El destituido alcalde de Bogotá, el ex guerrillero Gustavo Petro, convocó la noche de este miércoles a una “huelga general” desde el balcón de su despacho, en rechazo a la decisión del presidente Juan Manuel Santos de decretar su remoción.
“De manera pacífica el pueblo colombiano debe ir a la huelga general por la Asamblea Constituyente y la paz en Colombia”, dijo Petro en un enérgico discurso desde la sede de la alcaldía, en el centro de Bogotá, frente a unos 1.500 simpatizantes.
Elegido en 2012 para un período de cuatro años, Petro fue separado del cargo tras una ardua batalla legal originada en la decisión que adoptó en diciembre la Procuraduría, el órgano encargado de sancionar a los funcionarios públicos en Colombia.
El jefe de ese organismo, Alejandro Ordóñez, había ordenado entonces su destitución al tiempo que lo inhabilitó políticamente por 15 años a raíz de una polémica reforma al sistema de recolección de basuras, tras lo cual el alcalde inició una lucha jurídica para suspender esa decisión.
Este miércoles, Santos decretó la remoción de Petro, como dispuso la justicia colombiana el martes tras fallar en contra del alcalde, en lugar de acoger las medidas cautelares que dictó en su favor la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también la víspera.
“Este gobierno no es capaz de aceptar las decisiones del pueblo, ni las decisiones de la justicia, como en el día de hoy ha demostrado”, dijo Petro al justificar su llamado a “un paro nacional”.
En su lugar Santos designó como alcalde encargado al ministro de Trabajo, Rafael Pardo.