El consorcio encargado de la ampliación del Canal de Panamá debía reanudar este jueves las obras, paralizadas hace dos semanas, ante la proximidad de un acuerdo para inyectar recursos al proyecto, pero hasta esta tarde las autoridades no confirmaban si los trabajos se reiniciaron.
“Hoy (jueves) salió en las noticias que se están renovando los trabajos del Canal, sin embargo eso no es del todo cierto”, aseguró a la prensa el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, sin aclarar en qué estado se encuentra la situación.
Señaló que “parece ser que hay alguna diferencia interna entre los distintos contratistas”, pero, a modo de excusa por no ampliar cometarios, recordó que el conflicto lo maneja la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
Autobuses del consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) trasladaron a decenas de trabajadores este jueves hasta las obras en el sector del Pacífico, según imágenes de televisión, pero el ingreso al área de las obras sólo es posible con autorización de las autoridades.
“Todo está tranquilo. Hay un grupo minúsculo que ha iniciado labores y los otros a los que han llamado están en los predios de la obra esperando instrucciones”, dijo a agencia AFP Héctor Hurtado, representante del sindicato de la construcción, Suntracs, en las obras de ampliación.
Tras conversaciones con representantes del consorcio, el administrador del Canal, Jorge Quijano, anunció la noche del miércoles que los trabajos se reanudarían este jueves mientras las partes elaboran “un acuerdo interino”.
“Nos llamaron anoche para ir a trabajar, vamos a ver qué pasa”, aseguró uno de los trabajadores al canal TVN, mientras que otro comentó que la reanudación era la decisión “más acertada” porque negociar con otras empresas “a estas alturas del proyecto repercute en la entrega” de la obra.
Sin embargo, ni GUPC ni ACP han informado del reinicio de las obras. Luego del anuncio, la empresa española Sacyr, que encabeza al consorcio, ganó un 4,31% en la Bolsa de Madrid.
Puntos calientes
El miércoles, Quijano aseguró que pese al compromiso de reiniciar las obras “aún existen diferencias importantes que se deben aclarar en las próximas 72 horas” para un acuerdo definitivo.
Según la ACP, tan pronto sean reiniciadas las obras remitirá a GUPC 36,8 millones de dólares para pagar la quincena pendiente a los trabajadores y se haga frente a otras obligaciones con proveedores.
GUPC, formado también por la empresa italiana Salini Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana (CUSA), detuvo los trabajos hace dos semanas, luego de que fracasaran los primeros diálogos con la ACP, pero depués continuaron las negociaciones.
GUPC reclama el pago de sobrecostos por 1.600 millones de dólares, adicionales a los 3.200 millones del contrato para la construcción de un tercer juego de esclusas que permita el paso de buques con más de 12.000 contenedores, el triple de carga de los que puede pasar actualmente.
Quijano afirmó la semana pasada que había un plan según el cual la aseguradora Zurich America International, que protege la inversión con una fianza de 600 millones de dólares, aportaría 400 millones, y la ACP y el consorcio adelantarían cada uno 100 millones para reiniciar los trabajos.
Agregó que el punto más caliente de las discusiones versaba sobre los tiempos en los que GUPC debe devolver a la ACP los 784 millones de dólares que ya le había adelantado para las obras.
El mal menor
La crisis, que estalló el 30 de diciembre, hizo que se postergara de junio de 2015 a diciembre de ese año la fecha de conclusión del proyecto, que lleva un avance global de 72% y de 70% en la construcción de las esclusas.
Antes hubo atrasos que impidieron que se finalizaran este año, cuando se celebra el centenario de esta estratégica vía por donde pasa 5% del comercio mundial.
“Pese a los reveses, costos y atrasos que va a traer este malentendido, que siga GUPC es la mejor opción”, dijo a la AFP el economista Fernando Estribí.
El atraso en el proyecto, cuyo costo total es de 5.250 millones de dólares, impacta fuertemente en la economía panameña. El Canal aporta a Panamá unos 960 millones de dólares anuales, cerca de 10% de los ingresos fiscales totales.
Se estima además que los ingresos adicionales por la ampliación ascenderían el primer año a 300 millones, a 400 millones en el segundo y a 2 mil millones de dólares en el tercero.
El retraso de las obras también afecta a países como Estados Unidos, que han realizado inversiones millonarias en sus puertos para dar cabida a los nuevos buques que pasarán por Panamá.
Inaugurado en 1914 por Estados Unidos y devuelto a Panamá en 1999, el Canal tiene como principales clientes a Estados Unidos y China.