La aclamada cuentista canadiense Mavis Gallant murió el martes por la mañana en su apartamento de París a los 91 años, informaron sus editores.
“Sin exagerar era una de las mejores escritoras que ha tenido Canadá”, dijo su editor Doug Pepper, de McClelland & Stewart.
“Aguda, valiente, honesta, ferozmente independiente, Mavis fue una escritora impresionante que transformó los relatos de ficción”, agregó.
“También era una mujer adelantada a su época, impulsando un camino de independencia, con un coraje y determinación que inspiraron a legiones de otros autores que consideran su influencia como trascendental en sus propias carreras”, señaló.
Nacida en Montreal en 1922, Mavis Young, hija única de un vendedor de muebles y su esposa, trabajó brevemente en la sala de montaje de la National Film Board de Canadá y luego como periodista en el desaparecido diario Montreal Standard, antes de mudarse a París en 1950.
Un año más tarde, comenzó a publicar con regularidad en The New Yorker, colaborando con más de cien historias para la revista a lo largo de su vida. También publicó dos novelas y ganó varios premios literarios.
Su último trabajo, “The Journals of Mavis Gallant” (Los diarios de Mavis Gallant) debería salir el próximo año.
Cuando podía permitírselo, Gallant al parecer viajaba y registraba sus observaciones sobre la Europa de la posguerra en un cuaderno que luego consultó para los diálogos y descripciones de sus historias.
Sus relatos con frecuencia exploran el distanciamiento y la alienación, usando personajes como refugiados o viajeros perdidos, que son infelices y tienen vidas complicadas o fragmentadas.
Gallant fue “una fuerte observadora de la naturaleza humana, una conversacionista formidable y un espíritu indomable que forjó su propio camino, a menudo cuesta arriba”, comentó la escritora Margaret Atwood.
Su colega cuentista canadiense y premio Nobel Alice Munro dijo que ella era “una constante influencia” en su vida como escritora.
Gallant se casó con el músico John Gallant cuando aún vivía en Canadá, pero se divorciaron cinco años después.