El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, consideró el domingo que sería “sumamente difícil, incluso imposible” que una Escocia independientes adhiriera a la UE si se independizara del Reino Unido tras el referéndum de septiembre.
“Creo que será sumamente difícil, incluso imposible” que una Escocia independiente integre la Unión Europea porque la adhesión al bloque de un Estado salido de un país miembro “debe ser aprobado por todos los otros miembros de la Unión Europea”, dijo Barroso en los micrófonos de la BBC.
“Será muy difícil obtener la aprobación de todos los Estados miembros para integrar a un nuevo Estado miembro salido de otro Estado miembro” de la UE, insistió.
“Hemos visto, por ejemplo, que España se ha opuesto al reconocimiento de Kosovo, que es en cierta medida un caso similar puesto que se trata de un nuevo país”, agregó.
En España, el gobierno regional de Cataluña reclama también la celebración de un referéndum por la independencia pero, contrariamente al caso británico, el ejecutivo central no lo permite.
Barroso agregó sin embargo que “corresponde (…) al pueblo escocés decidir sobre su futuro” en la consulta prevista para el próximo 18 de septiembre.
Los escoceses deben pronunciarse a favor o en contra de que su provincia semiautónoma se independice del Reino Unido tras 300 años de Unión.
Un sondeo publicado a finales de enero en la prensa escocesa revela que el 37% del electorado es favorable a la secesión y un 44% se opone, con un 19% de indecisos.
En sus argumentos de campaña, el jefe del gobierno autónomo escocés, el nacionalista Alex Salmond, dice que una Escocia independiente seguirá siendo miembro de la UE.