El senador PPD reelecto por Santiago Poniente, Guido Girardi, rechazó los proyectos de plantas de fundición de plomo que pretenden instalarse en la comuna de Lampa, denominado Sucursal Recicladora Ambiental y Planta Recuperadora de Metales, debido al efecto nocivo que podría generar para la salud de los habitantes de la Región Metropolitana, a la par que denunció irregularidades y arbitrariedades durante su tramitación.
El parlamentario PPD argumentó que estas iniciativas van a emitir grandes cantidades de material particulado, PM10 y PM2.5, pero con plomo, además de emitir ácidos al reciclar baterías que van a percolar las aguas de regadío de Santiago.
“Una zona saturada no debe aceptar proyectos como fundiciones de plomo, que son altamente tóxicos, hay que sacarlos de Santiago porque, además, viven cerca de 7 millones de personas y los impactos son dramáticos. Todos sabemos que el plomo mata”, apuntó.
Girardi detalló que el plomo “es un contaminante que genera daños al desarrollo neuronal, disminución del coeficiente intelectual, anemia, cánceres hematológicos y que está proscrito y que está considerado como uno de los tóxicos más potentes en cualquier lugar del planeta. En ninguna ciudad del mundo se cometería la aberración, la estupidez de poner dos fundiciones de plomo en el centro de la ciudad”.
Asimismo, el senador denunció presuntas irregularidades y decisiones arbitrarias durante la tramitación de ambas fundiciones por parte del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), ya que sólo para uno se habría exigido un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), por sus efectos nocivos, siendo que tenían condiciones similares.
Junto a ello, reveló que el mismo proyecto que se dijo que no requería EIA, la Planta Recuperadora de Metales, se presentó en la Región del Biobío y fue rechazado por la misma autoridad por las consecuencias adversas que podía traer para el medioambiente.
“Aquí hay situaciones que son absolutamente irregulares, hay una profunda irregularidad en torno a que no hay una política clara, hay situaciones que son absolutamente arbitrarias respecto a cómo, en un lugar, a una planta se le pide una determinada exigencia, a la misma planta al lado se le pide una distinta; se rechaza en una región, se acepta en Santiago”, manifestó.