Reconocido hincha de Universidad de Chile, el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami no tuvo problemas para referirse al presente dirigencial que vive el club de sus amores, y catalogó como un mal a las sociedad anónimas deportivas en el fútbol nacional.
La carta del Partido Progresista reconoció que pese a disfrutar con los triunfos del romántico viajero, no siente simpatía por el timonel de Azul Azul, concesionaria que guía los destinos del club azul.
Al ser consultado por el manejo de José Yuraszeck, Enríquez-Ominami no tuvo inconvenientes para reconocer que tiene un problema con la figura del mandamás del chuncho.
Para el candidato presidencial, la ‘adicción (de Yuraszeck) al proceso más oscuro de Chile’ le dificulta el poder creerle.
Además, aseguró en conversación con el programa Expreso Bío Bío que producto de la presencia de las Sociedades Anónimas Deportivas se ha ido ‘provatizando la pasión del hincha’, los que han ido cediendo sus clubes a manos de empresarios.
De todos modos, entiende que así fueron las reglas y que ha actuado dentro del marco que le permite la ley. No obstante, asegura que siente que Universidad de Chile sigue siendo ‘más nuestra que de él’.
Eso sí, no dejó de lamentar que para Yuraszeck la presidencia de Azul Azul sea ‘un espacio de negocio y no una pasión’.
Al ser consultado por las Sociedades Anónimas Deportivas, el candidato presidencial del PRO se mostró contrario a la manera en que se conocen actualmente.
‘Fracasaron en sus promesas, son como las AFP. Nos dijeron que son la prosperidad, pero el 80% de los clubes está quebrado o cerca de quebrar’.
La propuesta que trae de ser electo, es que el 51% del club quede en manos de los socios de la institución y solo un 49% para los empresarios privados.