Los líderes de la ALBA, que reúne a países críticos de Washington, plantearon el martes al Mercosur crear una “poderosa zona económica” como alternativa al libre comercio, en su primera cumbre tras la muerte de Hugo Chávez celebrada en Guayaquil.
Queremos “avanzar hacia una idea que es la constitución de una zona económica, nuestra, americana. Desde el ALBA le proponemos a Mercosur: vamos a constituirnos en una zona económica común, de desarrollo compartido, complementario, solidario, respetando las asimetrías, más allá del simple comercio”, afirmó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
La propuesta busca contrarrestar la influencia de la recién creada Alianza del Pacífico que integran Chile, Colombia, Perú y México, y que avanza hacia un área regional de libre comercio.
“Queremos mucho a Colombia, Perú, Chile, México, pero se enfrentan dos visiones del mundo: el neoliberalismo, el libre comercio, y aquellos que creemos en el socialismo, en garantía de derechos, en zonas libres pero no para el libre comercio sino libre de hambre, libre de pobreza”, sostuvo el mandatario de Ecuador, Rafael Correa.
Por “casualidades de la vida” -ironizó Correa- el documento final de la cumbre de este martes se llama “declaración de la ALBA desde el Pacífico”.
El gobernante boliviano, Evo Morales, también alzó las banderas de la lucha contra el libre comercio representado, según él, en la Alianza del Pacífico.
“Venimos acá a expresarnos de manera conjunta contra esas políticas que seguramente, como siempre, son impulsadas desde el norte y algunos hermanos países intentan retomar”, sostuvo en un encuentro posterior con movimientos sociales.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que por primera vez celebró una cumbre sin Chávez, impulsor del bloque conformado en 2004 y quien falleció el 5 de marzo, lanzó una propuesta alternativa a la Alianza del Pacífico en un intento por recobrar fuerza tras la desaparición del líder venezolano.
“Esta reunión ha servido para dar mucho vigor, impulso, a la Alianza Bolivariana”, destacó Correa, quien abrió la cita con un duro discurso contra el “imperio del capital”, las multinacionales y el plan de “espionaje” de Estados Unidos revelado por el ex contratista norteamericano Edward Snowden.
En la declaración final, los gobiernos acordaron presentar “una demanda” contra Washington ante la Asamblea General de la ONU por dicho programa que consideran “violatorio” de los derechos humanos.
De otro lado, Maduro dijo que la conformación de una nueva fuerza de integración económica también incluiría a la Comunidad del Caribe (Caricom).
Les “proponemos constituirnos en una poderosa zona económica para poder articularnos en condición ventajosa con el mundo que se está configurando en estos tiempos”, agregó.
Maduro insistió en la necesidad de constituir un “bloque de fuerzas en lo económico para resolver los problemas del desarrollo, de la industrialización, de la producción de alimentos, de la seguridad energética de toda nuestra región”.
Constituida hace nueve años, la ALBA reúne a nueve países encabezados por Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba y Nicaragua.
Venezuela también es socio pleno del Mercosur junto a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Contra el “imperio del capital”
Otro de los puntos planteados por Ecuador “como prioritarios” en la “lucha antiimperialista” fue el relacionado con los centros internacionales de arbitraje que, según Correa, pueden quebrar a los Estados con sus fallos a favor de multinacionales.
“Estas son las cosas para las que sirve la integración, para actuar en conjunto. Solos, el capital trasnacional nos puede liquidar”, afirmó
Al aludir al caso ecuatoriano, Correa dijo que el país podría ir a la quiebra por cuenta de dos millonarios pleitos con las petroleras estadounidenses Occidental y Chevron, que están siendo ventilados en tribunales internacionales.
Además de Correa, Maduro y Morales participó el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega,y representantes de Cuba, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda y Santa Lucía.
Esta cumbre de Guayaquil surgió de la “necesidad de realzar una alianza que es bastante frágil” porque siempre estuvo atada al “personalismo de Chávez”, dijo a la AFP Andrés González, politólogo y profesor de Relaciones Exteriores de la Universidad San Francisco de Quito.
Los países miembros buscan “enviar un mensaje muy claro: la ALBA sí funciona y tiene un peso político”, agregó.