El ex presidente sudafricano Nelson Mandela, de 94 años, seguía este domingo en un hospital, donde fue ingresado el sábado por una pneumonía, mientras la prensa y las redes sociales pedían a su familia que le “deje partir”.

“Es hora de dejarlo partir” titulaba en primera plana este domingo el gran diario Sunday Times, con una foto de un Mandela sonriente y saludando con la mano, en un gesto de adiós.

“Ahora la familia debe dejarlo para que Dios intervenga a su manera”, dijo al Sunday Times Andrew Mlangeni, un viejo amigo de Mandela, que resume una opinión ampliamente compartida en las redes sociales en las últimas horas.

“Diremos ‘gracias, Dios, nos diste este hombre’ y también le dejaremos partir”, prosigue Mlangeni.

El periódico City Press titulaba por su parte con el llamado del presidente Jacob Zuma a rezar por Mandela, mientras el popular Sunday Sun escribe en su primera plana: “Mandela lucha por su vida”.

En Pretoria, varios periodistas y fotógrafos seguían congregados ante el hospital donde podría hallarse el premio Nobel de la Paz, aunque la presidencia no desveló el lugar donde está ingresado.

Se trata de la segunda hospitalización de Mandela en dos meses. El 6 de abril salió del hospital tras diez días ingresado para tratarle una pneumonía.

Mandela cumplirá 95 años en julio. En las últimas imágenes difundidas en abril, durante una visita oficial, Mandela apareció muy debilitado, sentado en un sillón con las piernas bajo una manta y el rostro inexpresivo.

El héroe de la lucha contra el apartheid se convirtió en 1994 en el primer presidente negro de Sudáfrica

En enero de 2011 y en diciembre de 2012 Mandela ya fue hospitalizado, en ambos casos por infecciones pulmonares, probablemente las secuelas de una tuberculosis que contrajo durante su encierro en la isla-prisión de Robben Island, frente a Ciudad del Cabo.

En esta prisión pasó 18 de sus 27 años de detención en las cárceles del régimen del apartheid. Obligado a picar piedra durante esos años, el polvo afectó definitivamente a sus pulmones.