El asesinato de cuatro mujeres en tres días suscitó reacciones de indignación en España, donde el gobierno conservador llamó a las víctimas de la violencia machista a salir de su silencio mientras la oposición socialista se preparaba para presentar medidas de urgencia.

La última de estas víctimas, de 30 años y origen peruano, fue estrangulada el jueves por la noche en Santander, en el norte del país, por su excompañero sentimental durante una pelea.

Desde el martes, otras tres mujeres víctimas de la violencia conyugal habían sido asesinadas en la región de Córdoba, en el sur, Álava, en el norte, y León, en el centro del país.

Tras estas tres muertes, el Congreso de los diputados, dominado por el conservador Partido Popular de Mariano Rajoy, adoptó el jueves, a iniciativa de la oposición socialista, un texto de condena a estas agresiones.

“No olvidamos esta tragedia y denunciamos esta situación para que no quede en el olvido, cuando en las últimas 48 horas se han producido tres víctimas mortales”, afirmaba.

Por su parte, el partido socialista convocó para el sábado una reunión destinada a proponer medidas de urgencia. “La violencia de género es una asesina en serie”, denunció el viernes la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, tras el cuarto asesinato.

“Si las hubiera matado un asesino en serie, la sociedad estaría conmocionada, se convocarían reuniones de los altos mandos policiales y políticos, las portadas de los periódicos no hablarían de otra cosa”, agregó en un comunicado.

La ministra de Salud, Ana Mato, había lanzado el jueves un llamamiento “a todas las mujeres que sufren malos tratos para denunciar a sus agresores” y a la movilización de “toda la sociedad” contra la violencia de género.

Desde principios de año, 22 mujeres fueron asesinados en España por sus parejas o exparejas y la mayoría de ellas no habían señalado comportamientos violentos de sus compañeros, según el ministerio de Salud. En 2012, se registraron en España 49 muertes en el marco de la violencia conyugal.