En un sueño hecho realidad para las víctimas de la caída del emblemático edificio, este miércoles se constituyó de manera oficial la Fundación Alto Río, con el propósito de educar y ayudar a la comunidad para que los errores del pasado no vuelvan a ocurrir.

Preservar la memoria es parte de los propósitos de los habitantes del edificio que el 27 de febrero de 2010 se desplomó en Concepción, dejando 8 fallecidos. Desde aquel momento siempre supieron que debían organizarse, ya sea para enfrentar el juicio, o para apoyarse con cada una de sus historias.

Marcelo Bravo, secretario de la Fundación Alto Río, manifestó la emoción al momento de oficializar la organización que nace desde la sociedad civil para educar y ayudar a la población, para que los errores del pasado no vuelvan a ocurrir nunca más.

En la oportunidad, la fundación firmó un convenio con el municipio penquista para ejecutar en conjunto el proyecto “Concepción ciudad resiliente”, asumiendo la situación actual de una zona azotada por una catástrofe natural, con el drama social que desata de fondo.

Boris Castro, director de proyectos de la fundación, junto con evidenciar parte de su historia, que post terremoto lo tuvo 5 meses hospitalizado, evidenció el porqué de la iniciativa.

Marcelo Lagos, geógrafo e investigador, expuso acerca de la importancia de la memoria, educación y cultura sísmica, en una jornada en la que además se conmemoran 53 años del terremoto y tsunami ocurrido en 1960 en Valdivia.