El reciente sondeo del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Diego Portales, además de confirmar la tradicional desafección y desconfianza de los chilenos en la política, da cuenta de otro fenómeno que preocupa a los analistas: el desconocimiento de la ciudadanía sobre temas básicos de la institucionalidad.
Un porcentaje mayoritario -en algunos ítems abrumadoramente mayoritario- respondió de manera errada una serie de preguntas sobre nuestras instituciones políticas.
Un escuálido 3,2% conoce el número de senadores y un 6,1 el de diputados; mientras que sólo un 21,6% sabe cuántos senadores se eligen en su circunscripción y un 24,9 cuántos diputados en su distrito.
Los números mejoran cuando se consulta cada cuántos años hay elecciones municipales, un 57,9% respondió correctamente, y cuánto se extiende el período presidencial, un 84,2% acertó con su respuesta.
El director de Instituto de Investigaciones en Ciencias Sociales de la UDP, Claudio Fuentes, aseguró que este desconocimiento revela las insuficiencias en educación cívica y se traduce en un serio problema, porque a la gente no le interesa ni le importa cómo funciona el sistema político, pese a que quiere que le resuelva sus dificultades.
El analista señaló que este fenómeno genera apatía o movilizaciones, pero estas últimas todavía convocan a un segmento minoritario de la población.
Fuentes estimó que es de una señal para los partidos políticos y también los movimientos sociales sobre la necesidad de educar a la ciudadanía y de hacer ver a la gente que las decisiones que se toman en el sistema político impactan en sus intereses cotidianos.
El académico de la UDP agregó que hay responsabilidad del gobierno, pero además, un déficit de los nuevos líderes sociales en el mensaje que debieran transmitir a sus bases.
El director del Observatorio Político-Electoral de la Universidad Diego Portales, Mauricio Morales, dijo que este fenómeno de desconocimiento del sistema político se presenta en una “U” invertida, es decir, los más jóvenes y la gente de más edad son quienes menos saben sobre los aspectos básicos de la institucionalidad.
Opinó que este fenómeno no habla bien de nuestra ciudadanía:
Morales agregó que, sin embargo, esta desafección y desconocimiento de la institucionalidad no es suficiente para generar un colapso del sistema porque el país sigue manteniendo buenos íncides en el ámbito económico.