Una reciente investigación británica, basada en el estudio de 2 mil participantes, determinó que uno de cada tres matrimonios se separaban o divorciaban por un sorprendente motivo: la falta de sueño que les provocaba el llanto de sus bebés.

Según la indagación, realizada por la cadena de TV privada “Channel 4” para su programa “Bedtime Live”, los padres de niños pequeños duermen en promedio seis horas, 60 minutos menos de lo recomendado.

Estos datos empeoran si se considera un dato clave: según expertos, los adultos necesitan al menos 5 horas de sueño ininterrumpido para poder funcionar y concentrarse de manera correcta al día siguiente, algo que no se logra con el impredecible llanto de los bebés.

En relación a la investigación, el 30% de los encuestados que se habían divorciado o separado culpaban del fracaso matrimonial a las noches en que no pudo dormir bien por esta causa.

De estos, el 11% admitió que se había hecho el dormido cuando sus hijos se despertaban en medio de la noche, para que su pareja tuviera que lidiar con ellos. Otro 11%, en tanto, confesó haber cerrado la puerta para bloquear el llanto de los pequeños, mientras que un 9% prendió la televisión con el mismo fin.

En otras llamativas cifras, un 20% de los encuestados dijo haberse cansado tanto por esta situación que en alguna oportunidad se había quedado dormido frente al volante.

Al respecto la psicóloga del programa de Channel 4, Tanya Byron, indicó que “Conozco gente cuyos hijos tienen problemas de sueño crónicos, y dicen que los pequeños se enojan cuando ellos tratan de enviarlos a la cama”.

“Bueno, les prometo”, dijo la experta a los padres, que “no los van a odiar en la mañana cuando hayan tenido un descanso apropiado”.

En este sentido, Byron reflexionó que “Nuestra generación lucha con la disciplina (de nuestros hijos) mucho más que cualquier otra, pero la falta de lazos (entre padres y sus retoños) sólo causará más y más dificultades”.

“Desde una perspectiva clínica muchos de mis pacientes, predominantemente niños, tienen problemas asociados al hecho de no tener un buen sueño, incluso si ese no es precisamente el problema que están teniendo” cuando van a la consulta. “Dificultades en el comportamiento, problemas de familia, problemas para aprender y concentrarse: hay un número significativo de estos problemas comunes que tienen como base una mala rutina de sueño”, agregó la psicóloga.

Por otra parte, un reciente estudio de la Universidad de Berkeley (California, EEUU), consignado por el diario británico Daily Mail, mostró que el hecho de pasar una buena noche mejoraba las relaciones de pareja haciendo que sus integrantes se volvieran menos egoístas. Los investigadores del estudio hallaron que las parejas que durmieron bien fueron más propensas a ser respetuosas con su media naranja.