El papa Francisco debe extirpar el “cáncer” del abuso sexual, dijo el jueves una víctima que acaba de obtener una compensación de un millón de dólares, al urgir al nuevo pontífice a expulsar al cardenal de Los Ángeles señalado por encubrimiento.
El cardenal retirado Roger Mahony, quien fue separado de sus funciones tras la publicación de cientos de archivos que mostraban su papel en el encubrimiento de abusos, podría enfrentarse a acusaciones criminales al volver a casa, dijo la víctima Michael Duran.
Se espera que Mahony vuelva de Roma tras formar parte del cónclave de 115 miembros que eligió al argentino Jorge Bergoglio como nuevo papa el miércoles.
Michael Duran, quien afirma haber sido violado repetidas veces por un cura en California a mediados de los 80, dijo que, con el nuevo papa, la Iglesia Católica tenía la oportunidad de poner fin al abuso sexual en la organización.
Duran es una de las cuatro víctimas que recibieron 10 millones de dólares de parte de la arquidiocésis de Los Angeles, en un acuerdo anunciado el martes, luego de que había iniciado el cónclave pero antes de la elección del papa.
“Pienso que es una gran oportunidad para que la Iglesia Católica enmiende a todas las víctimas y realmente implementar verdaderos procedimientos y cambios estructurales en la jerarquía para proteger a los niños en el mundo”, dijo a la AFP.
“Mi fe en la Iglesia Católica quedó destruida (…) Espero que nuestro nuevo papa expulse (…) al cardenal Mahony por su papel en el encubrimiento del abuso que sufrí”, dijo. Y agregó: “Pero no tengo muchas esperanzas”.
Mahony aprobó el acuerdo a principios de mes, antes de viajar al Vaticano.
El abogado John Manly, quien representó a las víctimas en el caso civil, dijo a periodistas que Mahony debería enfrentarse a un gran jurado: “Hay un cáncer en la Arquidiócesis. Hay un cáncer en esta institución. Debe ser extirpado”.
“Es un problema mundial. La única razón por la que salió a la luz en Estados Unidos es por nuestro sistema de justicia civil, porque los individuos pueden entablar demandas”, agregó.
Duran, quien tenía 10 años cuando comenzaron los abusos, dijo que la elección del papa fue difícil de ver para él: “Es difícil ver televisión ahora. Cada día es un constante recordatorio de lo que me pasó”.
“Me gustaría ver a Michael Baker, mi violador, en prisión. Pero también me gustaría ver a Mahony, cuando menos, inculpado. Esperemos que un jurado lo decida”, dijo a periodistas.
El hombre de 40 años, de abuelos mexicanos, añadió que el hecho de que el papa Francisco sea el primer Sumo Pontífice latinoamericano podría ser una buena señal para los latinos, incluso para la enorme comunidad hispana en el sur de California.
“Muchas de las víctimas, yo incluido, eran latinas. Así que espero que muestre un poco más de simpatía que el papa anterior y que sea inteligente”, dijo.
Duran, quien habla poco español y es estadounidense de tercera generación, dijo además que el reverendo que abusó de él, Michael Baker, le había asegurado a Mahoney que él era un inmigrante indocumentado.
“Eso fue simplemente algo que dijo para que no investigaran sobre mí. Yo era un chivo expiatorio”, dijo Duran.