Grandes áreas de las partes áridas de Medio Oriente han visto caer sus reservas de agua dulce de manera alarmante en la última década, de acuerdo con las mediciones realizadas por satélites de la NASA divulgadas este martes.
Durante un período de siete años a partir de 2003, partes de Turquía, Siria, Irak e Irán en las cuencas de los ríos Tigris y Éufrates han perdido un 144 km cúbicos de agua dulce o el equivalente del Mar Muerto.
Un quinto de estas pérdidas fueron resultado del efecto del sol secando la tierra y en parte derivadas de la sequía registrada en 2007. Otro quinto ha sido debido a la evaporación del agua de la superficie de lagos y embalses, mientras que la mayoría (60%) se explica por la disminución de las aguas subterráneas debido al bombeo.
“Esa es suficiente agua para satisfacer las necesidades de decenas de millones de personas cada año …”, señala Jay Famiglietti, profesor de hidrología en la Universidad de California en Irvine, principal autor del estudio.
Los trabajos serán publicados en la revista Water Resources Research (Investigación de Recursos Aquíferos) del 15 de febrero. Son los resultados de la primera estimación hidrológica extendida de la región occidental del Tigris y del Eúfrates.
“Las imágenes de los satélites muestran una baja alarmante de las reservas totales de las cuencas del Tigris y el Eúfrates, que registra actualmente la segunda pérdida más rápida de agua dulce en el planeta después de la India”, agregó el científico.