El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad del Mar (casa central) y vocero del Congreso de Federaciones, Raúl Soto, afirmó este viernes que sólo un grupo de alumnos de ese plantel, se beneficiará con las medidas que tomará el Gobierno respecto a la reubicación y otro grupo tendrá que dejar de estudiar.
“Leímos los puntos ayer, pero no nos sirven todos los puntos, creo que va haber un grupo de estudiantes que se van a ser ver beneficiados, y la verdad es que estamos contentos por ello, y los apoyamos, pero va a haber otro grupo de estudiantes que desgraciadamente vamos a dejar de estudiar, porque no vamos a tener los recursos monetarios para cubrir las diferencias entre el arancel que mantenemos en la Universidad del Mar con el crédito interno, y el arancel que vamos a tener que pagar en el caso de reubicación, porque el crédito interno es propio de la U. del Mar”, expresó Raúl Soto a Agencia UPI.
Agregó que “como nosotros vamos a tener que asumir ese costo, en lo personal yo no voy a poder seguir estudiando la carrera de kinesiología, en la que curso tercer año. Mi caso es el menos grave, pero hay gente que está mucho peor que yo”.
Dijo que si bien el Gobierno va a apoyar a los alumnos, “sale clarito entre los puntos mencionados por el ministerio de que nosotros vamos a tener que hacernos cargo de esa diferencia de arancel. Los alumnos que están entre tercero y cuarto año en sus carreras corresponden a un 73%; ahora, ¿cuántos se van a ver afectados?, no sabemos aún, vamos a tratar de hacer una nueva encuesta, para poder sacar los datos duros de cuántos se verían afectados si tuviéramos que pagar esa diferencia de arancel y volver a endeudarnos”.
Asimismo, planteó que si hay un retroceso académico se aumenta la deuda. “Por ejemplo, si llevo cuatro años cursados y son cuatro años de pago que tenemos que hacer a los bancos, y si me retroceden a segundo año, por ejemplo, tendríamos que extender la deuda muchos años más”, aseveró Raúl Soto.
El dirigente estudiantil también dijo que hay otra preocupación porque sigue habiendo una incertidumbre de cuáles son las casas de estudios que los recibirían.
“Si hay cinco universidades privadas, nos preocupa cuánta diferencia de precio va a haber en esas universidades con respecto a la U. del Mar y, además, si están siendo cuestionadas esas universidades. Nos preocupa también si va a haber una aceptación selectiva o va a ser una solución integral para toda la comunidad”, sostuvo Soto.