La joven del sector Perales de Talcahuano, que en agosto de este año recibió una pedrada en un ojo cuando viajaba en un vehículo, perdió definitivamente la vista. La investigación todavía no arroja responsables del repudiable episodio.
La madrugada del 5 de agosto de este año, Javiera Susana Sandoval Rodríguez, de 24 años, regresaba en un taxi del trabajo en un local del barrio estación, pero al pasar por calle Colón, a la altura del paso superior Perales, desconocidos arrojaron piedras impactando de lleno en su ojo derecho.
En el hospital Las Higueras corroboraron que las heridas eran graves, mientras de inmediato se interpuso la denuncia en Carabineros, iniciándose las pesquisas para dar con los criminales.
Existía una mínima probabilidad de recuperar la vista en el ojo derecho, lo que no se revirtió, por lo que Javiera perdió la visión, y además debe decidir si le extraen los restos, porque puede comprometer el ojo izquierdo mediante infección. Se siente inestable en lo emocional y no le gusta salir a la calle.
El tratamiento duraría al menos seis meses, asiste al kinesiólogo a diario, al sicólogo una vez a la semana y al oftalmólogo dos veces al mes.
La investigación todavía no da con los responsables del cobarde ataque que modificó por completo la vida de una joven llena de alegría, que trabajaba para costear sus estudios. Javiera espera que algún testigo entregue antecedentes.
Agradece también el apoyo de la Universidad de Las Américas, donde cursaba cuarto año de kinesiología, estudios que congeló a la espera de rehabilitarse.
Pedro Cid (RBB)
