Según un estudio publicado por el sitio web LiveScience una gran cantidad de niñas, a partir de los 6 años de edad, están comenzando a pensar en sí mismas como objetos sexuales.

La investigación la realizó un grupo de psicólogos de la Universidad de Knox en Illinois, Estados Unidos, quienes les dieron a escoger 2 muñecas a 60 niñas, entre 6 y 9 años, una con ropa muy ajustada y “sexy”, y otra con atuendos más holgados.

68% de las niñas dijo que quería verse como la muñeca con apariencia más seductora, mientras que el 72% agregó que era más popular que la otra que tenía una apariencia más recatada.

Para los investigadores, la razón de esta elección probablemente se deba a que las menores creen que este modo de ser las conducirá a la popularidad, condición muy valorada actualmente entre las adolescentes norteamericanas.

En tanto, para la psicóloga y educadora de párvulos, Carmen de la Fuente Escribano esto tiene que ver con que “los medios de comunicación y lo que ven día a día marcan a los niños: si lo único que ven son chicas populares que van vestidas así, creerán que esto es lo normal.”

Esto debido a que “a esta edad los menores crean una imagen corporal de sí mismos y buscan la representación de su cuerpo”, agregó.

En la indagación, si bien los medios de comunicación y la publicidad no influyeron de manera directa en que las niñas escogieran uno u otro modelo, sí observaron que las pequeñas que consumían películas en donde la apariencia era importante fueron más propensas a elegir la muñeca más sexualizada.

^@^ina (Irina Patrascu) en Flickr (CC)

^@^ina (Irina Patrascu) en Flickr (CC)

Cada vez parece ser más común que las niñas se preocupen de verse lindas, con prendas ajustadas y maquillaje, lo que ha impulsado diversos libros e investigaciones como ésta, incluso algunas han ligado esta tendencia al desarrollo de trastornos alimenticios.

“El papel de los medios de comunicación es fundamental, porque estamos creando en los niños una imagen corporal que puede ser engañosa. Les estamos dando a entender que la belleza y el ser feliz viene de la mano de tener un determinado cuerpo, y forma de vestir”, indicó la profesional.

Para la psicóloga esto trata de “un problema netamente cultural, occidental y actual, ya que en cualquier otro lado del mundo estos casos no se dan porque no existen. En otras épocas fueron otros los cánones de belleza, que también eran los que las niñas buscaban.”

En este sentido, los padres tienen la tarea de orientar a las pequeñas sobre estos patrones, explicándoles a sus hijos los mensajes que están recibiendo por parte del entorno.

“La imagen corporal se va construyendo evolutivamente, pasando por diferentes etapas. Las mujeres van sufriendo muchas variaciones, sobretodo en la adolescencia, en donde los padres tienen un rol fundamental para equilibrar un poco el papel que tiene el ambiente que los rodea”, señaló Carmen de la Fuente.

Al respecto, la experta explicó que “más que controlar lo que ven, se deben interiorizar valores que van más allá de la imagen física, que tengan más que ver con el interior de la persona.”

De esta manera, los mensajes y las visiones de mundo que son expuestas a los niños podrán tener un filtro, el que los ayudará a comprender de mejor forma cómo se ven a sí mismos.