La taekwondista María del Rosario Espinoza podría convertirse en una de las atletas más destacadas de la historia de México si logra el objetivo de colgarse su segundo oro en Londres-2012, tras el conseguido en Pekín-2008, un objetivo para el cual se ha reinventado.

Nacida el 29 de noviembre de 1987 en La Brecha (estado de Sinaloa, noroeste), la joven acude a sus segundos Juegos Olímpicos tras un debut de ensueño en el que conquistó la dorada derrotando por 3-1 a la noruega de origen asiático Nina Solheim en la categoría de más de 67 kg.

De repetir esa gesta, Espinoza escalaría al segundo lugar del medallero olímpico mexicano, detrás del jinete Humberto Mariles, ganador de dos oros (uno por equipos) y un bronce en la cita de Londres-1948. De 76 medallistas aztecas, nueve son mujeres, pero solo dos alcanzaron la áurea.

En Pekín también reinó el taekwondista mexicano Guillermo Pérez, quien sin embargo no estará en los próximos juegos de verano.

La peleadora, que consiguió la clasificación en la eliminatoria de Querétaro (México), asegura que sus oponentes más difíciles serán la rusa Anastasia Baryshnikova y la coreana An Sae-Bom, bronce en -73 y plata en +73 del Mundial de Gyeongju de mayo de 2011, respectivamente.

Pero Espinoza asegura sentirse “muy bien” tras un ciclo olímpico exigente tanto en lo deportivo como en lo personal. “Muchas cosas me hicieron crecer en estos cuatro años”, afirmó en recientes declaraciones, en las que confesó haber tenido que cambiar el estilo para ser menos predecible ante sus retadoras.

Su entrenador, el cubano Pedro Gato, sostiene que la preparación ha sido fuerte, por lo que “hay razones para el optimismo”.

La sinaloense, que empezó la práctica del deporte con apenas cinco años y a los diez practicaba con niños, es un fruto del talento, pero también de la constancia y el sacrificio. Su padre es un pescador, por lo que ha tenido que apoyarse en becas estatales para poder salir adelante en su carrera.

También campeona mundial, Espinoza saltó al estrellato en 2003, cuando ganó el Campeonato Panamericano juvenil en Brasil.

Luego confirmaría al ganar en 2009 un campeonato nacional y el Abierto juvenil de Montreal, Canadá, y en 2004 una Olimpiada nacional y el Abierto de Alemania.

En 2006 se consagró en el Abierto de París, pero su gran triunfo le llegó en Pekín en 2007, cuando ganó el oro en la categoría inmediata inferior, es decir, la de menos de 72 kg.

Espinoza es considerada pequeña de estatura (1,73 m) para su categoría, lo que en el tatami del área de competición muchas veces es una ventaja, gracias también a su gran velocidad de movimientos. Este le valió sendos oros en los Juegos Panamericanos de Rio de Janeiro-2007 y Mayagüez 2010.

Todos estos triunfos le valieron el título honorífico de ‘Hija predilecta de Guasave’, que es algo más que una distinción ‘espiritual’, puesto que a partir de entonces las autoridades de su ciudad la han apoyado materialmente.