Sabido es que en el fútbol, las pasiones pueden llegar a caldearse por aquella conocida máxima de las “180 pulsaciones por minuto”.

Un ejemplo de esto se dio en Estados Unidos durante un partido del torneo universitario femenino. Un desborde por la banda izquierda fue interrumpido por un foul desde atrás, cortando la opción de llegar al arco contrario.

La jugadora que recibió la infracción no se conformó con la sanción de la falta, y decidió tomar justicia por su propia mano y golpeó reiteradamente a la infractora.

Revisa la secuencia en este video: