Nacido en Ipanema, el defensor chileno del Flamengo de Brasil, Marcos González, visitó el Cristo Redentor junto a su familia tras la victoria por la cuenta mínima sobre el Friburguense el fin de semana pasado.

Según destaca el sitio carioca, Globoesporte.globo.com, González había conocido el lugar cuando se encontraba en Río para hacer frente a Flamengo por la Copa Sudamericana del año pasado. Con sus compañeros de la ‘U’ visitó el lugar y ganaron el choque por 4-0.

Esta vez, llevó a su esposa Delia y sus hijos Pablo de 13 años, Benjamin de ocho, Mateo de seis y Trinidad de tres.

“No conocemos mucho todavía y quería dar un paseo hasta allí para mostrar todo. Fue muy agradable, tomó muchas fotos y algunas personas se me acercaron, me dieron felicitaciones y hablé con mi familia. Fue muy bonito”, dijo González al medio brasileño.

En los tiempos libres, el defensor nacional pretende seguir incursionando en estas áreas turísticas y ya tiene elegido su próximo destino: tomar el tranvía para ver el Pan de Azúcar.

“Queríamos hacer todo el mismo día, pero no nos dio el tiempo. Mis hijos pasaron de la escuela y tenía otras cosas que hacer. Vamos a tener otra oportunidad”, dijo el chileno, que vive en un condominio en Barra da Tijuca.

González volverá a ver acción ante Olimpia, el próximo miércoles, en Asunción, por la cuarta ronda de la Copa Libertadores, en donde están en segundo lugar con cinco puntos, dos menos que Lanús, que ha jugado un partido más.

“Yo estaba esperando mucho tiempo para jugar y me gusta. Estaba ansioso por volver a defender a un club”, remató.