La organización internacional de derechos humanos consideró inaceptable que en Chile aún se mantenga la prohibición total del aborto terapéutico.

El tema que está en pleno debate en el Parlamento, forma parte de uno de los capítulos del último informe de Amnistía Internacional sobre la situación de los derechos humanos en Chile.

La directora ejecutiva de la organización, Ana Piquer, dijo que es “inadmisible e inaceptable” que el Estado chileno, siendo parte de la convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, obligue a continuar el embarazo, incluso cuando una mujer o niña queda embarazada producto de una violación o esté en riesgo su vida.

Agregó que la falta de una legislación al respecto, contribuye a un número no justificado de abortos clandestinos e inseguros.

En su informe dirigido al presidente Sebastián Piñera, el organismo pide crear una ley que permita a las mujeres “acceder a abortos seguros en casos de violación y/o si la salud y la vida de la madre están en peligro y no se criminalice a las mujeres, niñas o personal médico por solicitar, someterse o practicar un aborto”.

En tanto, el presidente del Partido Progresista, Marco Enríquez Ominami, llamó a los parlamentarios a ponerse los pantalones y a devolver a las mujeres el derecho al aborto terapéutico que tuvieron hasta fines de la dictadura.

El ex candidato presidencial cuestionó que la negativa a esta norma no sea sólo de la UDI, sino también de sectores de la Concertación, particularmente de la Democracia Cristiana.

El presidente del PRO agregó que los reaccionarios de uno y otro lado quieren cerrar la puerta al trámite legislativo del aborto terapéutico e impedir que se restaure este derecho.

Insistió que se trata de una deuda pendiente de la democracia con las mujeres.