Nueve manifestantes murieron y decenas resultaron heridos este sábado en Saná en un nuevo episodio de violencia en Yemen, inmerso en una profunda crisis desde hace diez meses.
Por la noche, el presidente yemení Alí Abdalá Saleh, que tiene previsto abandonar el poder en febrero, anunció a un grupo de periodistas que viajará a Estados Unidos “en los próximos días” para “facilitar (…) las elecciones presidenciales anticipadas” previstas para el 21 de febrero.
Añadió que al término de su visita, de la que no precisó la duración, regresará a Yemen para retomar sus actividades políticas como “opositor”.
La situación seguía siendo muy tensa este sábado por la noche en la capital, donde las fuerzas de seguridad bloquearon durante varias horas el avance de decenas de miles de manifestantes que pedían que Saleh sea juzgado por la represión de la revuelta popular desde enero.
Las fuerzas de seguridad y los simpatizantes armados de Saleh abrieron fuego y usaron gases lacrimógenos contra los participantes en la “Marcha de la vida” a su llegada a un barrio del sur de Saná tras haber recorrido a pie unos 270 km desde Taez (sudoeste), según testigos.
“Seis muertos fueron trasladados al hospital de campaña”, en la plaza del Cambio, epicentro de la contestación contra el régimen en Saná, declaró a la AFP el director del centro, Mohamed al Abahi, que asegura que las víctimas murieron por impactos de balas.
Los cuerpos de los otros tres manifestantes fallecidos fueron evacuados a una clínica privada de Saná, dijo a la AFP Mohamed al Sormy, un médico de este establecimiento.
Y “decenas de heridos” fueron ingresados en distintos centros hospitalarios, según Abahi.
Un balance anterior daba cuenta de siete muertos.
Por la noche los manifestantes llegaron a la plaza del Cambio, donde prevén pernoctar, constató la AFP.
El gobierno anunció su “profundo pesar” por las víctimas y anunció la apertura de una investigación sobre estos “sucesos dolorosos” para sancionar “a quienes los han provocado”, en un comunicado publicado por la agencia oficial Saba.
El nuevo brote de violencia se produjo el mismo día en que el primer ministro, Mohamed Basindawa, se dirigió al parlamento para presentar su programa para los dos años de transición previstos en un acuerdo de resolución de crisis firmado en Riad.