El uruguayo Edinson Cavani, revelación explosiva del Nápoles en la temporada 2010-2011 y ya casi venerado como Diego Maradona, comenzó con muy buen pie la actual, que sería la de la confirmación, y todos los ‘tifosi’ de la ciudad del sur esperan sus goles ante Villarreal.
Los napolitanos reciben el martes en el San Paolo al ‘Submarino amarillo’ español en el marco del Grupo A de la Liga de clubes Campeones de fútbol de Europa.
Tras un gol anotado con autoridad en la visita al Manchester City (1-1) en su primer partido de ‘Champions’, y el ‘triplete’ anotado al AC Milan en la Serie A (3-1), algo sólo propio de los grandes, ‘El Matador’ está en una muy buena racha.
“Cavani Santo Subito!” corean los hinchas del equipo, retomando el eslogan dedicado al fallecido papa Juan Pablo II, lo que evidencia la pasión que desata el uruguayo en una ciudad que no vibraba así desde la ‘era Maradona’, cuando el Nápoles ganó el ‘Scudetto’ en 1987 y 1990.
El salteño es la punta más filosa e incisiva del tridente mágico napolitano, por delante del eslovaco Marek Hamsik y el argentino Ezequiel Lavezzi, y cristaliza las esperanzas más locas de los ‘tifosi’, que sueñan con un tercer título a nivel nacional.
Cavani ya ha anotado 37 goles en 52 partidos en el Nápoles, al que llegó a mediados de 2010, muchos de los cuales los concretó en los últimos minutos de partidos claves, lo que ya lo va haciendo entrar en la leyenda.
Por ejemplo, en la temporada anterior anotó cuatro ‘tripletes’, ante el Utrecht holandés en la Europa League, ante la ‘Juve’ de Turín, enemigo íntimo del Nápoles, a la Sampdoria de Génova y al Lazio de Roma en la Serie A.
Apodado “Edy” por sus compañeros, Cavani ha prolongado su contrato con su club hasta 2016. El delantero es considerado el arma letal del equipo, aunque su entrenador, Walter Mazzarri, insiste en que “el Nápoles no es sólo Cavani”.
A pesar suyo, jugó muy poco con la selección uruguaya ganadora de su 15ª Copa América en Argentina. Esto fue a causa de un esguince de tobillo, pero igualmente el jugador volvió a Europa con un gran título y ahora está en plena forma física para confirmarse en su calidad de “fuoriclasse”.
Su ‘look’ que recuerda a Jesucristo (pelo largo, los brazos en cruz de la Pasión y su habitual señal de la Cruz) alimenta la veneración de la cual es objeto y así está naciendo una leyenda menos sulfurosa que la de Maradona.
Muy lejos de la vida ruidosa del “Pibe de oro”, al uruguayo no le atrae lo mundano, no provoca chismorreos y siempre evoca su fe en Dios. Edinson consagra la mayor parte de su tiempo libre a su esposa María Soledad y al pequeño Bautista, nacido en Nápoles hace pocos meses.
El futbolista pertenece al movimiento evangélico-pentecostista “Los atletas de Cristo”, al igual que el brasileño Kaká (Real Madrid) y otros deportistas conocidos.
Cavani tuvo ya su estatua junto a la de San Genaro, patrón de la ciudad, tras el triplete al AC Milan, pero de él los ‘tifosi’ esperan otros milagros, desde ya uno martes en el estadio de San Paolo.