El tifón Roke se acercaba este miércoles a la accidentada central nuclear de Fukushima (noreste) a su paso con vientos fuertes y lluvias torrenciales por Japón, donde causó al menos cinco muertos.

A las 21H00 locales (12H00 GMT), el tifón Roke avanzaba en la región de Tohoku (noreste), arrasada el 11 de marzo pasado por el sismo y el tsunami del 11 de marzo, donde se encuentra Fukushima.

La central de Fukushima, donde continúan las obras de neutralización de las instalaciones destruidas, quedó expuesta a las lluvias de Roke, ante lo cual la operadora Tokyo Electric Power (Tepco) tomó medidas de seguridad.

“Tomamos una serie de medidas en previsión de la llegada del tifón”, dijo a la AFP Masshi Kato, vocero de Tepco, que agregó que una parte de las obras fueron suspendidas.

“También tomamos medidas en los lugares donde existen riesgos de acumulación de agua”, agregó.

Avanzando desde el Pacífico Sur, el tifón tocó tierra japonesa hacia las 14H00 locales (05H00 GMT) y remontó la isla principal Honshu hacia el norte con lluvias intensas y vientos que en algunos casos superaron los 150 km/h.

El ciclón provocó numerosos daños materiales, incluyendo la ruptura de numerosos árboles en la región de Tokio donde obligó a detener varios trenes.

En Nagoya, capital de la prefectura de Aichi, 1,09 millones de habitantes recibieron el consejo de evacuar sus domicilios. Cuatro personas perdieron la vida en el centro y oeste del país, según un balance provisional.

Los equipos de socorro buscaban activamente a otras dos personas desaparecidas, incluyendo un niño que regresaba de la escuela.

El primer constructor japonés de automóviles, Toyota, suspendió la producción en once de sus quince plantas niponas por la llegada del tifón, indicó un portavoz.

“La producción no se reanudará hoy y todavía no se ha tomado ninguna decisión para mañana”, explicó Dion Corbert a la AFP. Añadió que la suspensión concierne a los equipos que trabajan por la tarde.

Precisó que los once emplazamientos se encuentran en la prefectura de Aichi, centro industrial donde se encuentran la sede y la mayoría de las fábricas del constructor. Las otras cuatro plantas del grupo, en Hokkaido (norte), Tohoku (noreste) y Kyushu (suroeste), no están afectadas.

La agencia meteorológica recordó que tifones con trayectorias similares provocaron serios daños en el pasado. El tifón alcanzó la zona de Tokio por la tarde.

Importantes líneas de trenes y del metro de la capital y sus suburbios quedaron paralizadas en momentos en que millones de habitantes regresaban a sus hogares tras la jornada de trabajo.

Las principales estaciones fueron invadidas por personas privadas de locomoción que buscaban ansiosas en los paneles o las pantallas de sus celulares información sobre los servicios interrumpidos.

Varias autopistas fueron clausuradas y según la televisora estatal NHK se cancelaron al menos 200 vuelos en los aeropuertos de la zona.

Roke podría además provocar deslizamientos de terreno en la prefectura de Wakayama (centro-oeste) que ya fue azotada a principios de mes por el tifón Talas, responsable de la muerte de un centenar de personas.

También afectará a la zona de Tohoku, en el noreste, cuyas costas fueron devastadas por el tsunami del 11 de marzo pasado.

Japón padece al menos una decena de tifones por año, entre julio y octubre. Los rascacielos de las grandes ciudades están construidos para resistir tanto a intensas ráfagas de viento como a sismos.