El gobierno de Barack Obama se dijo este miércoles “preocupado” por la suerte de Alan Gross, el contratista estadounidense condenado a 15 años de prisión por espionaje, después del fracaso de una misión oficiosa para intentar su liberación.

“Estamos decepcionados. Nos hemos quedado muy preocupados por la suerte de Gross y vamos a seguir utilizando todos los canales diplomáticos para presionar a favor de su liberación”, declaró Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado.

El ex embajador de Estados Unidos en la ONU Bill Richardson, un habitual de las misiones delicadas, abandonó Cuba el martes sin haber podido encontrarse a Gros, cuya liberación esperaba obtener, ni discutir su caso con el gobierno cubano.

La visita de Richardson fue a título personal, pero el Gobierno “apoyaba su intento”, subrayó Toner.

Gross, de 62 años, fue condenado por los tribunales cubanos a 15 años de prisión bajo cargos de actuar “contra la independencia y la soberanía” de la isla, al entregar equipos de comunicación satelital a personas consideradas opositoras por el gobierno.

La mejora de la situación entre Cuba y Estados Unidos, que no tienen relaciones diplomáticas oficiales desde 1961, no es posible mientras Gross siga encarcelado en la isla, según vienen reiterando los responsables del Departamento de Defensa.