El fin del operativo de La OTAN en Libia “se acerca significativamente al éxito”, una vez que las fuerzas del coronel Muamar Gadafi dejen de ser una “amenaza” para los civiles, declaró este lunes el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen.
“En Libia, nuestro operativo se acerca significativamente al éxito pero aún no estamos allí todavía”, dijo durante una conferencia de prensa en Bruselas, en la que no dio una fecha precisa sobre un plan de retirada.
La decisión de poner punto final al operativo dependerá en gran parte de la “capacidad del Consejo Nacional de Transición (CNT) para garantizar una protección eficaz a los civiles”, declaró el secretario general de la Alianza Atlántica. Esto será “clave”, añadió.
Pero también serán consideradas las decisiones que tome la ONU y el análisis que haga la OTAN en el terreno, agregó.
La Alianza continúa sus bombardeos en Libia y recientemente admitió que atacó varios objetivos cercanos a Sirte, la región natal de Muamar Gadafi ahora rodeada por los pro-CNT, así como en Bani Walid, localidad del sudeste de Trípoli donde los rebeldes consideran que podría esconderse el líder libio en fuga.
“Desafortunadamente hemos observado que las fuerzas proGadafi continúan representando una amenaza contra la población civil. Por ello es que debemos continuar hasta que desaparezca esta amenaza”, precisó.
Para la OTAN la captura de Gadafi no constituye un “factor decisivo” para el fin de su misión, sino que lo “fundamental” será “la capacidad del Consejo Nacional de Transición (CNT) de garantizar la seguridad de la población”.
Desde que se hizo cargo de la operación el 31 de marzo, la OTAN ha efectuado cerca de 20.000 misiones sobre Libia, que incluyen más de 8.000 ataques contra objetivos militares claves del anterior régimen.
Las fuerzas leales a Gadafi acusaron a la OTAN de matar a más de 1000 civiles en ataques aéreos, entre ellos varios niños, lo que la Alianza ha siempre negado.
Este lunes, combatientes de las autoridades de transición libias amenazaban con atacar Bani Walid, tras un nuevo fracaso de las negociaciones sobre la rendición de esta ciudad donde están atrincheradas fuerzas leales a Gadafi.
Después de varios días de conversaciones con los jefes tribales de Bani Walid, un oasis al sudeste de Trípoli, el principal negociador del Consejo Nacional de Transición (CNT), Abdalá Kenchil, anunció el domingo por la noche que las negociaciones se habían roto.
El sábado, desde Bengasi (este del país), Mustafá Abdeljalil, presidente de la nueva autoridad política, el Consejo Nacional de Transición (CNT), había repetido que los gadafistas tenían hasta el 10 de septiembre para deponer las armas, citando las ciudades de “Sirte, Bani Walid, Al Jufra y Sebha”.