Un curioso caso judicial donde se mezcla el acoso con la libertad de expresión se está llevando a cabo en Estados Unidos, donde un hombre está siendo procesado por el envío de cerca de 8.000 mensajes de odio y de amenazas en contra de una mujer en Maryland.

Los hechos comenzaron en 2007, cuando William Lawrence Cassidy se acercó al grupo budista de Alyce Zeoli, asegurando ser la reencarnación de un líder religioso, además de estar sufriendo un cáncer de pulmón.

Por ambos motivos, el grupo decidió cuidar de Cassidy e incluso hacerlo parte de su directiva. Sin embargo, al pasar el tiempo comenzaron a darse cuenta de ciertas incoherencias en la historia del hombre, hasta descubrir finalmente que los había estado engañando.

El hombre se mudó hasta California pero, una vez allí, comenzó una labor continua de molestar a Zeoli a través de la red social Twitter, donde la representante budista mantiene una fuerte presencia con más de 23.000 seguidores.

Según recoge el portal AllTwitter.com, Cassidy publicó cerca de 8.000 mensajes de odio, que iban desde relatarle escenas de películas de horror como señal de lo que le aguardaba, hasta frases como “Hazle un favor al mundo y mátate. PD: Que tengas un buen día”.

El abogado de Zeoli explica que la situación provocó tal angustia en la mujer que no salió de su hogar en 18 meses e incluso contrató guardias para resguardar su propiedad. Poco después, inició acciones judiciales en contra de Cassidy acusándolo de acoso y amenazas.

Sin embargo, los tribunales tendrán la labor de decidir si un mensaje de Twitter dirigido públicamente a un usuario es, en efecto, una comunicación privada de persona a persona -lo que le acarrearía la culpabilidad- o bien se trata de un mensaje público, en cuyo caso el hombre estaría protegido por las garantías de libertad de expresión.