El gobierno británico reunió el jueves a responsables de Facebook, Twitter y Blackberry para examinar el papel de las redes sociales en los violentos disturbios que estallaron en varias ciudades de Inglaterra del 6 al 10 de agosto.
Las discusiones, presididas por la ministra del Interior Theresa May, “trataron la forma como el sistema judicial y las redes sociales pueden consolidar las relaciones existentes (…) para evitar que las redes sociales sean utilizadas con fines criminales”, declaró una portavoz del ministerio.
“El gobierno no pidió poderes suplementarios para cerrar redes sociales”, precisó al término de la reunión.
El 11 de agosto, el primer ministro británico David Cameron mencionó la posibilidad de restringir el uso de las redes sociales. Anunció que “trabajaba con la policía, los servicios de inteligencia y la industria para ver si sería razonable impedir a la gente comunicarse a través de estas páginas y servicios cuando sabemos que se preparan para cometer actos de violencia, delitos o para sembrar el desorden”.
Pero el gobierno parece concentrarse ahora en la manera de mejorar su vigilancia de los mensajes y la localización de los alborotadores.
“Trabajamos con la policía para ver cómo impedir el acceso a estos servicios por clientes identificados como autores de desórdenes y delitos”, explicó el ministerio del Interior antes de la reunión.
Interrogado por la AFP en San Francisco (EEUU), Facebook dijo que “tomó medidas para asegurarse de que Facebook es una plataforma segura” en el Reino Unido “en estos tiempos difíciles”, y haberse “asegurado que cualquier amenaza de violencia plausible sea retirada”.
Una portavoz británica de la empresa canadiense que fabrica los BlackBerry, Research in Motion (RIM), rehusó comentar la reunión. Pero a principios de mes, el director general de ventas de BlackBerry, Patrick Spence, se comprometió “ante autoridades (británicas) a ayudarles en la medida de lo posible”, sin más precisiones.
Numerosas personas son sospechosas de haber utilizado Facebook, Twitter y el servicio de mensajería instantánea BlackBerry Messenger (BBM), que contrariamente manda mensajes codificados, para incitar a la violencia y coordinar ataques y saqueos durante los disturbios.
Dos internautas veinteañeros fueron condenados la semana pasada a cuatro años de prisión por haber incitado en Facebook a actos de violencia que no llegaron a producirse.