México registró en 2010 un total de 24.374 homicidios, la mayor cifra de su historia reciente, según cifras del estatal Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), que no especifican cuántos corresponden al narcotráfico y a las acciones para combatirlo.
Esa cifra significa que la tasa de homicidios por 100.000 habitantes de México se elevó a 22, casi el triple que la registrada en 2007 -tras el primer año de la estrategia militarizada para atacar a los carteles de la droga-, cuando era de 8.
Los estados con mayor incidencia de asesinatos en 2010 según el Inegi furon Chihuahua (norte, fronterizo con Estados Unidos), con 4.747 homicidios, Sinaloa (noreste, feudo del cártel del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán), con 2.505, y México (centro) -que rodea a la capital-, con 2.096, a los que sigue Baja California (noroeste), con 1.539.
Aunque el Inegi no reveló cuantos de los 24.273 homicidios registrados en 2003 se relacionaron en forma directa o indirecta con el narcortráfico, el gobierno estimó en enero que en 2010 se registraron 15.273 crímenes atribuibles a las diputas entre los cárteles y a las acciones para perseguirlos.
Las cifras de homicidios totales han ido en aumento en México desde que el gobierno del presidente Felipe Calderón lanzó en diciembre de 2006 a los militares a la persecución de los cárteles de las drogas, con el despliegue de más de 50.000 uniformados.
Los homicidios pasaron de 8.867 en 2007, primer año de gobierno de Calderón, a 14.006 en 2008 y 19.803 en 2009.
Antes de la llegada al poder de Calderón, la mayor cifra de homicidios que se había registrado en México era de 16.056 en 1993.
La tasa mexicana de 22 asesinatos por 100.000 habitantes sigue siendo muy inferior a la de algunos países de Centroamérica y Sudamérica. Según un informe de la OEA de 2010, Honduras registró 58 asesinatos por 100.000 habitantes, El Salvador 52, Guatemala 48, Venezuela 47, Colombia 39 y Brasil 25.
La mayores cifras históricas de homicidio en México se registraron durante la revolución que se desencadenó en 1910, cuando en poco más de una década murieron entre 300.000 y un millón de mexicanos, según diversas estimaciones.