La selección de fútbol de Perú redondeó una vuelta al protagonismo tras varios años de decepciones y alcanzó el tercer puesto en la Copa América-2011, su mejor ubicación en este certamen desde 1983, al golear el sábado 4-1 a Venezuela, que a su vez finalizó cuarta, su mejor posición histórica en el torneo regional.
Bajo la conducción del DT uruguayo Sergio Markarián, que asumió el cargo hace un año, luego de una pobre campaña inca en la última eliminatoria mundialista, Perú alcanzó el tercer lugar de la Copa América por séptima vez en su historia.
En su camino al podio, Perú consiguió triunfos sobre México (1-0), Colombia (2-0, en cuartos) y Venezuela (4-1, tercer puesto), igualó con Uruguay (1-1), y sufrió tropiezos frente a Chile (1-0) y en la semifinal frente a Uruguay (2-0).
El uruguayo Markarián, conocido como el ‘Mago’, un entrenador con 35 años de trayectoria, se encargó de imprimirle su sello al seleccionado inca, al que le impuso orden y un estilo de juego, y dejó atrás los escándalos de indisciplina dentro del plantel.
Más allá de las limitaciones, Markarián consiguió que Perú tuviera una propuesta definida, con prolijidad en la salida y control del balón, además de apostar por jóvenes jugadores como Luis Advíncula y Yoshimar Yotún, ambos de 21 años.
En el ataque, Markarián confió en Paolo Guerrero, y el delantero del alemán Hamburgo le respondió con actuaciones notables, que incluyeron cinco goles y dos asistencias, para ser partícipe de los siete tantos incaicos en el torneo.
También fue muy buena la participación de Juan Vargas (Fiorentina, Italia), encargado de asociarse con Guerrero, una tarea que también incluyó a William Chiroque (Juan Aurich, Perú).
Lo hecho por el conjunto peruano permite recuperar el optimismo rumbo a las eliminatorias, sobre todo si se tiene en cuenta que en esta formación quedaron al margen, por estar lesionados, los estelares Jefferson Farfán y Claudio Pizarro.
De todos modos, Markarián reconoció que su equipo aún tiene un largo camino por delante, al señalar que “hay que valorar esto en su justo término, todavía no hemos ganado nada y debemos ser más competitivos”.
De su lado, Venezuela completó la mejor actuación de toda su historia futbolística y ratificó su progreso de los últimos años al llegar al cuarto puesto de la Copa América, más allá de perder el invicto justamente en el último partido, con la rotunda caída frente a Perú.
A lo largo del certamen, Venezuela se destacó con un esquema ordenado y práctico, con Tomás Rincón como eje en el mediocampo, más el aporte de Juan Arango y César González.
El conjunto dirigido por César Farías dejó en el olvido el cartel de Cenicienta que cargó durante décadas, y mostró ambición para ir en busca del resultado y tenacidad cuando tuvo que defender.
Con un carácter más combativo y sin el candor de otros tiempos, Venezuela dejó de ser el conjunto más débil de la región, y tras la gran tarea realizada en Argentina, sueña con pelear un lugar en el próximo Mundial de Brasil-2014.