Sus familiares y amigos los llaman por sus nombres, a pesar de que no tienen: unos 600.000 niños guatemaltecos carecen de identidad legal, pues nunca han sido inscritos en el registro civil.
Una serie de factores, incluida la burocracia y la pobreza, han provocado que casi un 5% de la población de Guatemala viva al margen del registro civil, lo que priva a miles de niños de ir a la escuela y recibir beneficios sociales, dijo un funcionario de UNICEF.
“Los padres no evalúan el peligro de que un niño carezca de identidad jurídica. Incide en que un infante en esa situación no podrá ir a la escuela”, explicó a la AFP Rubén Rivas, oficial de Protección de la Niñez de UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
“Si no han sido registrados no los encontraremos en las cifras de niños que mueren por hambre u otras causas”, agregó Rivas.
El funcionario dijo que los programas sociales serán insuficientes para superar la pobreza en el país, pues se basan en datos oficiales que no son fidedignos.
La Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala inició en 2008 los trámites para inscribir, fuera del plazo legal, a 65 menores en el registro civil, pero hasta la fecha solo ha logrado concluir exitosamente los trámites de 18.
“Los 47 restantes fueron rechazados (por el registro civil) por distintas causas”, declaró a la AFP Ninfa Alarcón, responsable de un estudio sobre la niñez de esta oficina de la Iglesia.
La ley exige que los padres inscriban al bebé durante su primer mes de vida, llevando al Registro Nacional de las Personas (Renap) un certificado de nacimiento otorgado por la maternidad. En teoría es un trámite sencillo y barato, pero en la práctica existen diversos obstáculos que desincentivan a las familias a realizarlo.
Alarcón dijo que una de las razones es que el Renap exige que los padres presenten el nuevo Documento Personal de Identificación (DPI), que reemplaza a la antigua Cédula de Vecindad, cuya entrega ha sido muy lenta y engorrosa.
Cuando el plazo legal de un mes ha expirado, la complicación es mayor.
“Los interesados debían solicitar testigos de su situación y exigían que éstos también tuvieran DPI, lo que representaba tres meses de espera”, explicó Alarcón.
“Otros no contaban con recursos económicos o facilidad para movilizarse a las sedes del Renap para hacer los trámites”, agregó.
Alarcón criticó las demoras y los complicados procesos burocráticos existentes, además del costo que implica llevar a cabo estos trámites.
“La falta de registro en Guatemala hará que los niños y niñas se mantengan en una situación que vulnera el goce de otros derechos, como el acceso a los servicios públicos de salud y educación”, expresó Rivas.
El funcionario de UNICEF explicó que “esta situación también tiene “efectos psicosociales”, al tiempo que “aumenta la vulnerabilidad de niños, niñas y adolescentes ante el secuestro o desaparición con fines de tráfico humano o trata” de personas.
Otros factores también han contribuido a esta situación, entre ellos la pérdida de archivos en las municipalidades, la migración de familias pobres en busca de empleo, en especial en la temporada del corte de caña y la cosecha de otros productos, además de los frecuentes desastres naturales.
Aunque no existe un dato oficial, los funcionarios estiman que cada año el 10% de los niños nacidos no son inscritos en el Renap, lo que implica que puede haber unos 600.000 guatemaltecos sin identidad legal, casi un 5% de la población nacional.
Este mismo porcentaje había en el año 2000 en el país, según estimaciones del Instituto Interamericano del Niño.
En 2001, la Organización Internacional para las Migraciones y la Agencia para la Cooperación Internacional de Estados Unidos estimaron que de 400.000 nacimientos, unos 40.000 no fueron inscritos en el registro civil.