El presidente de Ecuador, Rafael Correa, seguirá adelante en su demanda por injuria contra el diario El Universo, pese a la renuncia de uno de los querellados, anunció el lunes un abogado del mandatario.

“En ningún momento el economista Rafael Correa ha solicitado la renuncia de nadie, lo que se ha solicitado es que se rectifique”, dijo el jurista Alémberg Vera a la televisora TC, descartando el retiro de la acción penal.

El editor de opinión de El Universo, Emilio Palacio, dimitió a su cargo a la espera de que ello disuadiera a Correa de continuar con el proceso en el que reclama tres años de cárcel para el periodista, el director y dos subdirectores del periódico, así como una compensación de 80 millones de dólares.

“Espero que esta renuncia dé lugar a que el presidente retire su querella contra El Universo y contra los señores Carlos, César y Nicolás Pérez”, afirmó el periodista en una carta difundida el domingo, en la que dijo estar dispuesto a enfrentar el proceso solo.

Correa presentó la demanda el 21 de marzo a raíz de una columna en la que Palacio lo llamó “dictador” y le advirtió que podría ser juzgado por crímenes de lesa humanidad al haber ordenado abrir fuego contra un hospital durante una rebelión policial el pasado 30 de septiembre.

El abogado del mandatario consideró que la dimisión “es una estrategia más de El Universo para crear una campaña mediática engañosa en contra” del presidente.

Asimismo, Vera aseguró que en una audiencia convocada para el 19 de julio probará que Palacio “estaba percibiendo premios por establecer una política noticiosa y de opinión para dañar el honor” de Correa.

El periodista ya había sido condenado a tres años de prisión en otro caso por injuria, pero la sentencia no se hizo efectiva porque el demandante, un funcionario del gobierno, retiró los cargos en junio de 2010.

El juicio contra El Universo -uno de los rotativos más influyentes de Ecuador- se sumó a otro por 10 millones de dólares planteado por Correa en febrero contra los periodistas Juan Carlos Calderón y Christian Zurita, autores del libro “El gran hermano”, a quienes acusa de “daño moral”.

El gobernante mantiene un enfrentamiento con un sector de la prensa ecuatoriana al que tilda de “poder fáctico, mediocre y corrupto”.