Autoridades mexicanas mantuvieron este viernes una alerta preventiva ante las fuertes lluvias que deja el paso de la depresión tropical Arlene, que provocó un muerto el jueves en Tampico (noreste) y caos en la capital y su zona metropolitana por el desbordamiento de un río.

Las condiciones son “complicadísimas, tenemos un sistema de drenaje que se fue saturando poco a poco (…) con más de 20 horas de lluvia initerrumpidas”, dijo a radio MVS Ramón Aguirre, director del Sistema de Aguas de Ciudad de México.

El río Remedios se desbordó e inundó varias calles y domicilios de una extensa y populosa zona del oriente de la capital, obligando a que maquinaria del gobierno local trabajara toda la noche para abrir un desfogue a las aguas negras. Las precipitaciones alcanzaron hasta 34 litros por m2 en la capital y los muncipios aledaños del estado de México (centro).

Este viernes Arlene “continuará ocasionando lluvias intensas en diversos estados del país” mientras se disipa, indicó en su último reporte el Servicio Metereológico Nacional.

Arlene tocó tierra el jueves como tormenta tropical con vientos casi de huracán (de 100 km/h) en el estado de Veracruz, sobre la costa del Golfo de México, pero se desplazó con mayor velocidad a lo previsto y vertió el jueves casi toda su carga de agua sobre el este y el centro de México, explicó Aguirre.

Su paso dejó unos 278.000 damnificados según balances provisionales. El gobierno estatal de Veracruz solicitó declarar en emergencia 53 poblados y señaló que 178.000 fueron afectados. Otros 40.000 damnificados fueron reportados en Tamaulipas y 60.000 en el estado de México.

La única víctima relacionada por ahora con el paso de Arlene fue un hombre electrocutado en el puerto de Tampico, en el estado de Tamaulipas (noreste), por un cable desprendido de un poste tumbado por los fuertes vientos.