¿Sabías que ciertos alimentos pueden convertirse en peligrosos estupefacientes si los utilizas de forma inadecuada? Aunque no lo creas, algunos tan comunes como la lechuga y la nuez moscada son capaces de provocar los llamados “viajes alucinógenos” si son consumidos inapropiadamente.
De acuerdo a Yahoo!, si bien la ciencia continúa investigando al respecto se ha advertido sobre ciertos alimentos que es mejor usar en la medida justa para evitar malestares.
1.- Té de floripondio: dicho té, cuyo componente principal es la flor científicamente llamada Brugmansia vulcanicola, debe sus propiedades alucinógenas a un alto contenido de escapolamina. Ésta, es una droga sumamente tóxica que posee el “peligroso” contenido en sus hojas y pétalos. El problema, es que un té de floripondio es capaz de causar en pocos minutos cuadros temporales de depresión, violencia, excitación e incluso demencia temporal.
2.- Lechuga: pese a que principalmente se utiliza en ensaladas, la lechuga usada como una infusión puede ser tóxica. Lo anterior, debido a que el látex blanco y lechoso que segrega cuando está madura tiene principios narcóticos, lo que en altas concentraciones puede causar viajes similares a los que provoca el LSD.
3.- Nuez moscada: si bien la nuez moscada es usada generalmente como un condimento que otorga sabor a diversos platos, en altas dosis -cuando se diluye en jugos o agua- puede transformarse en un poderoso alucinógeno. De hecho, se cree que su efecto dura más de 24 horas y es capaz de generar fuertes palpitaciones, además de convulsiones.
4.- Azafrán: según estudios, grandes cantidades de esta especia pueden provocar efectos narcóticos parecidos a los generados por el opio. Esto, debido a los estigmas secos de la flor de Crocus sativus. De acuerdo a las investigaciones, cerca de 10 gramos de azafrán pueden ser mortales para el ser humano, no obstante, su precio es elevado por lo que generalmente no se consume en grandes proporciones.
5.- Pez Sarpa Salpa: este pez, proveniente de las aguas del Mar Mediterráneo, posee sus poderes alucinógenos debido a un compuesto llamado ‘indol’, el cual obtiene en el plancton y las algas que consume. Si bien su carne es segura para el consumo de las personas, en su cabeza radica dicho químico psicoactivo que puede causar alucinaciones sonoras y visuales.