Estados Unidos advirtió este miércoles que Bahréin debe respetar los derechos de sus ciudadanos a manifestarse pacíficamente.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que el gobierno del presidente Barack Obama observa con atención el desarrollo de los acontecimientos en Bahréin tras la muerte de dos manifestantes en choques con la policía.

La reacción estadounidense se da después de que el mayor grupo de la oposición de la nación árabe anunciara que no pondrá fin a su boicot parlamentario hasta que Bahréin no tome medidas que establezcan una mayoría constitucional real, en un país donde gran parte de la población es chií pero la familia real -que gobierna- es suní.

“Lo que el presidente (Obama) piensa (…) es que Bahréin, como todos los países de la región, debe respetar los derechos universales de sus ciudadanos, su derecho a manifestarse, su derecho a que sus quejas sean oídas”, explicó Carney.

“Nuestra posición en todos los países es la misma en cuanto a los derechos universales”, añadió el portavoz de la Casa Blanca.

Pese a la prohibición de las autoridades, miles de bahreiníes volvieron a manifestarse este miércoles contra el gobierno durante las exequias en Manama de un estudiante muerto la víspera en una protesta, quienes retomaron la consigna “El pueblo quiere derrocar al régimen”, entonada en las protestas de Túnez y Egipto.

Bahrein -país aliado de Estados Unidos en el Golfo Pérsico, donde Washington tiene una base militar estratégica para la región- no ha podido evitar la ola de protestas en el mundo musulmán que exigen cambios, y que también ha llegado a Irán y Yemen.