Defensores de los derechos humanos expresaron su satisfacción el lunes por la anulación de la visita a Suiza del ex presidente estadounidense George W. Bush, prometiendo demandarlo por su responsabilidad en casos de tortura si viaja a otros países.

El domingo, la visita de Bush a Suiza fue anulada a causa de los riesgos de que se produzcan violentas manifestaciones de protesta.

El ex presidente estadounidense debía participar el 12 de febrero en una cena de gala organizada por la organización judía Keren Hayessod, pero el anuncio de su visita causó de inmediato agitación en Suiza.

“El alcance de la Convención contra la tortura es amplio – ese expediente (de Bush) está preparado y lo esperará en cualquier lugar al que se desplace”, declaró la vicepresidenta de la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos (FIDH), Katherine Gallagher

Los defensores de los derechos humanos indicaron igualmente que dos “víctimas de tortura” habrían presentado una demanda contra George W. Bush si hubiese llegado a Ginebra.