La policía china interrogó el hoy a cuatro sospechosos, 24 horas después de un gran incendio en una torre de viviendas de 28 pisos en el corazón de Shanghai que dejó 58 muertos y suscita muchas interrogantes sobre la seguridad en la ciudad.
Los primeros elementos parecen apuntar a obras de soldadura como origen del siniestro en el edificio, que estaba en trabajos de renovación. En tanto que la policía detuvo e interrogó a cuatro personas tras la tragedia, que dejó además a 70 personas heridas, según la agencia China nueva.
“La investigación preliminar imputa el drama a una mala manipulación por parte de soldadores que carecían de licencias”, añade la agencia.
La torre residencial, que albergaba a 156 familias, esencialmente profesores, algunos de ellos jubilados, se encuentra en Jingan, un barrio comercial y densamente poblado de Shanghai una metrópolis de 20 millones de habitantes.
Un responsable de la empresa encargada de las obras en la torre, explicó al diario The Global Times que se estaban empleando en las obras grandes cantidades de poliuretano, una resina de poliésteres muy inflamable.
Las autoridades van a realizar una investigación a fondo y castigarán a los culpables, advirtió el ministro de Seguridad Pública, Meng Jianzhu, citado por Nueva China.
Los familiares de los desaparecidos viven una ansiosa espera, ya que muchas personas habitantes del edificio se encuentran aún desaparecidas.
“Espero desde anoche. No sé cuando volveré a ver a mi madre”, declaró a la AFP Yang Bo, un joven que la busca en los hospitales, hasta ahora sin éxito, ya que de una lista de sobrevivientes publicada en el centro de socorro se deduce que los habitantes de unos 50 apartamentos siguen sin aparecer.
Según The Global Times, más de 180 personas se encontraban en la torre cuando se declaró el incendio. Varias personas se arrojaron por las ventanas del edificio para huir de las llamas y otras trataron de bajar por los andamios.
“Es la negligencia lo que ha causado el incendio”, dijo un vecino de la torre. “Desde que se iniciaron las obras de renovación, había restos de cigarrillos por todas partes, y los materiales son muy inflamables”.
Un responsable de la municipalidad de Shanghai explicó que las salidas de socorro de las viviendas estaban a menudo cerradas por temor a atracos.