El cardenal primado de Argentina, Jorge Bergoglio, declaró este lunes como testigo del secuestro de dos sacerdotes durante la última dictadura (1976/83), en el marco de un juicio por crímenes de lesa humanidad, informó el Centro de Información Judicial (CIJ).

Los jueces del tribunal se trasladaron a la sede del Arzobispado y le tomaron declaración por cuatro horas en una audiencia a puertas cerradas sin público ni prensa, aunque sí estuvieron los abogados de la querella, informó el CIJ.

Bergoglio, que en los 70 era principal de la Compañía de Jesús, fue llamado a testimoniar luego de que la catequista María Elena Funes declaró que los sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics fueron secuestrados en 1976 después de que el hoy cardenal les quitara la licencia religiosa para predicar en una zona marginal del porteño barrio de Bajo Flores.

El testigo “fue evasivo, no colaboró con la justicia. Fue alguien ostensiblemente reticente y que medía palabra por palabra”, dijo el abogado Luis Zamora, uno de los querellantes, al término de la audiencia.

Bergoglio aseguró haber intercedido por la liberación de los dos curas en sendas reuniones con el ex dictador Jorge Videla y Emilio Massera, jerarca de la dictadura fallecido este lunes, contó Myriam Bregman, otra abogada querellante.

“No los dejé en ningún momento”, dijo el cardenal ante el tribunal que investiga el secuestro de los dos sacerdotes entre el 23 de mayo y el 22 de octubre de 1976, cuando fueron liberados.

Ambos sacerdotes fueron llevados a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), un emblemático centro de torturas y exterminio de opositores.

Según Zamora, Bergoglio aclaró que nunca fue a la ESMA, que Jalics y Yorio “eran concientes de que podían terminar en una zanja” y por eso les recomendó que tomaran precauciones.

El cardenal fue citado por primera vez en el marco del juicio que se sigue por delitos de lesa humanidad en la ESMA durante la dictadura que dejó 30.000 desaparecidos, según organismos humanitarios.