La presidente electa de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró este martes que no apoyará ni aprobará cualquier mecanismo que pueda ser usado para controlar la libertad de prensa, pero admitió que el sector requiere un nuevo marco regulatorio.

“El control social de los medios, si es para controlar contenido, es un absurdo, una agresión a la libertad de prensa y no la aceptaré. Ya dije que prefiero el ruido de la libertad de prensa al silencio de las dictaduras”, dijo Rousseff en una entrevista exclusiva a la TV Bandeirantes.

La mandataria electa el pasado domingo agregó: “si llega a mi mesa una tentativa de cohibir a la prensa de divulgar ideas, posiciones, propuestas u opiniones, no lo aceptaré”, pero reiteró que su gobierno impulsará una discusión para un marco legal.

“No se debe confundir un marco regulatorio con mecanismos de control de contenido. Brasil precisa de un nuevo marco para discutir asuntos como la participación del capital extranjero, la televisión por cable, el uso de la banda ancha en internet y otros temas”, enumeró.

El gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva impulsó una enorme discusión sobre ese nuevo marco regulatorio sobre medios de comunicación.

La iniciativa fue recibida con enorme desconfianza por la prensa local, ante la posibilidad de que el proyecto se transforme en una forma de controlar el contenido de los medios de comunicación.