Costa Rica, que carece de ejército, desplegó este viernes patrullas de policías con armamento de guerra en la frontera con Nicaragua, un día después de denunciar una violación de su soberanía en los trabajos de dragado del río San Juan iniciados por Managua.

San José presentó una protesta el jueves al embajador de Nicaragua, Harold Rivas, alegando que su país estaba arrojando sedimento extraído por el dragado del río en la margen costarricense, afectando la “soberanía nacional”, en medio de versiones de prensa de una incursión militar nicaragüense en territorio de Costa Rica, lo que fue negado este viernes por Managua.

Setenta policías con uniformes de camuflaje, cascos de guerra, fusiles M-16 y ametralladoras M-60, fueron desplegados en la zona fronteriza donde Nicaragua realiza el dragado del lecho del San Juan desde el lunes, trabajos a los que inicialmente San José se oponía.

“El asunto se está manejando por parte del gobierno con firmeza”, dijo a los periodistas el ministro de Seguridad, José María Tijerino, quien negó sin embargo que esta acción sea una “provocación” a Managua.

“No es ninguna provocación” a Nicaragua, dijo Tijerino en una rueda de prensa el viernes en la noche. “Es una acción policial a la que Costa Rica no renuncia ni tiene que darle cuentas a nadie”, agregó.

Horas antes, el Ejército de Nicaragua negó haber violado la soberanía de Costa Rica y restó importancia al despliegue de policías costarricenses en la frontera.

“El Ejército de Nicaragua nunca incursionará en el territorio de país vecino alguno” porque “es una institución seria, responsable, que ha actuado siempre apegado a lo que la ley demanda”, declaró el jefe del Estado Mayor, general Oscar Balladares.

Pese a la creciente tensión entre ambos países, la presidenta costarricense Laura Chinchilla expresó que esta controversia “se va a canalizar por la vía institucional (diplomática) que corresponde”.

El ministro Tijerino dijo el jueves que tenía fotos y videos de una draga nicaragüense arrojando sedimento del río en territorio costarricense, pero el encargado de los trabajos de dragado negó este viernes la denuncia.

“Todo (lo que dice Costa Rica) es supuesto. No hay nada confirmado. Que vayan a ver in situ y que vean que estoy actuando conforme a derecho”, dijo a la AFP el ex comandante guerrillero nicaragüense Edén Pastora, quien dirige las faenas en el río por encargo del presidente Daniel Ortega.

El río San Juan pertenece a Nicaragua y recorre un largo tramo de la frontera con Costa Rica, que inicialmente se oponía al dragado, aunque luego reconoció el derecho soberano de Managua a hacer los trabajos.

Managua ha dicho que estos trabajos eliminarán el sedimento acumulado en el lecho, que dificulta la navegación en el río más caudaloso de Centroamérica.

Inicialmente, Costa Rica se opuso al dragado argumentando que tendría un impacto negativo en su territorio, pues varios ríos del país son tributarios del San Juan.

Nicaragua y Costa Rica, donde viven al menos medio millón de migrantes nicaragüenses, tienen frecuentes roces diplomáticos desde hace años. El primero es el país más pobre de Centroamérica y el segundo el más próspero.

Ambos países comparten una frontera de unos 300 kilómetros, del Pacífico al Caribe.