Problemas sanitarios, posibilidad de derrumbe y el viento que se filtra por techos y ventanas son sólo algunos de los problemas que 600 familias del sector Centinela de Talcahuano dicen vivir desde hace meses, acusando a las autoridades regionales de haberse olvidado de ellos.

Son 30 los block de departamentos, de estructuras metálicas, que tras los acontecimientos del 27 de febrero quedaron seriamente dañados.

En un principio, el sinúmero de autoridades que llegaron a visitarlos, según cuentan los vecinos, indicaron que los departamentos debían ser demolidos a la brevedad, ofreciéndoles muchas y variadas soluciones para vivir mientras las nueva edificaciones, que iban a ser erigidas con los mayores estándares de calidad, se construían.

Sin embargo, han pasado los meses y las autoridades que tras la catástrofe visitaron a los afectados de Centinela, entre los que se cuentan la Intendenta Regional, el Gobernador Provincial, algunos parlamentarios e incluso el Subsecretario de Vivienda, quien en marzo indicó que en dos meses habría una solución concreta para los cientos de familias, nunca más se volvieron a ver por los cerros de Talcahuano.

Rosalba Bello, presidenta de La Junta de Vecinos de la Población Centinela II, indicó que han tenido acercaminetos con algunas autoridades, pero nada concreto se ha sacado, agregando que los problemas sanitarios son los que más los urgen en este momento.

De manera extraoficial se habla de que en diciembre podrían comenzar la demolición de los departamentos, situación que se contrapone a lo expresado en un informe municipal, que indica que las fallas que presentan los blocks tendrían arreglo.