El gobierno de coalición belga, dirigido por Yves Leterme, presentó el jueves su dimisión, justo después de la partida de uno de sus socios debido a un conflicto lingüístico entre francófonos y flamencos, anunció el ministro de Finanzas, Didier Reynders.

“No hay otra salida que la dimisión del gobierno”, declaró a la prensa el titular de Finanzas, haciendo un llamamiento a todas las fuerzas políticas para evitar que el “país se hunda en la crisis”.

La decisión fue tomada tras un consejo de ministros extraordinario convocado por Leterme, cuya misión reside ahora en presentar inmediatamente la dimisión al rey Alberto II.

Previamente a la caída del gobierno de coalición, uno de sus socios, el partido liberal flamenco Open VLD, anunció su intención de abandonarlo a falta de un acuerdo sobre los derechos lingüísticos de la comunidad francófona residente en el extrarradio flamenco de Bruselas.

Con la salida del Open VLD del ejecutivo, éste mantenía la mayoría parlamentaria, pero hubiera hallado grandes dificultades para sobrevivir al quedar formada por tres partidos francófonos y sólo uno flamenco, un desequilibrio inviable para un país fracturado entre las dos grandes comunidades lingüísticas.

Leterme, un democristiano, ya tuvo que dimitir en 2008 tras apenas diez meses al frente del gobierno por un escándalo relacionado con el desmantelamiento del banco Fortis, del que fue posteriormente absuelto.