Las compañías aéreas están disconformes con la gestión de la crisis que paralizó el tráfico aéreo en Europa por una erupción de cenizas volcánicas en Islandia y exigen medidas basadas en “hechos”, dijo el lunes el director de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).

“Esta crisis está suficientemente avanzada como para expresar nuestra insatisfacción por la forma en que ha sido gestionada por los gobiernos”, dijo el director de la IATA Giovanni Bisignani, durante una conferencia de prensa en Paris.

Exigió “decisiones que estén sustentadas en hechos reales”, cuando el cierre de parte del espacio aéreo europeo supone una pérdida de ingresos de 200 millones de dólares por día para las compañías aéreas.

“Una evaluación de los riesgos debería permitirnos abrir ciertos corredores (aéreos), a falta de abrir la totalidad del espacio aéreo”, añadió Bisignani.

“La magnitud de esta crisis es ahora más importante que el 11 de septiembre” para el transporte aéreo, valoró, aludiendo al caos y las pérdidas que causaron en este sector los atentados terroristas de 2001.