El informante jordano sospechoso de haber cometido el atentado suicida contra la CIA en Afganistán la semana pasada era considerado por la inteligencia estadounidense como una de las mejores fuentes sobre Al-Qaida, publicó el miércoles el periódico New York Times.

El periódico, citando funcionarios de la CIA, dijo que el presunto autor del atentado del 30 de diciembre, el jordano Jalil al Balawi, tenía información capital sobre los altos mandos de Al Qaida, incluso sobre dónde se encontraría Ayman al-Zawahiri, el número dos de la red.

La CIA estaba tan entusiasmada por las informaciones que podía proveer esta persona que tanto la Casa Blanca como los jefes de inteligencia sabían que Jalil al Balawi iba a reunirse en Afganistán con agentes de la CIA.

Pero en lugar de transmitir las informaciones tan esperadas, el jordano detonó su cinturón lleno de explosivos en la base de la CIA de Khost, matando a siete agentes y un jordano.

El periódico afirma que el pasado extremista de Balawi era conocido por las inteligencias jordana y estadounidense pero que los dos servicios estaban convencidos que se había vuelto en contra de sus correligionarios islamistas.

“Era uno de los elementos más prometedores de la agencia”, declaró un alto funcionario de la inteligencia estadounidense al peridiódico bajo pedido de anonimato.

Mientras cumplía su misión de informante, Balawi transmitía textos anti-estadounidenses a sitios extremistas bajo el nombre Abu Dujana al-Kharassani para continuar el contacto y juntar información, explica el New York Times.

El atentado contra la CIA desencadenó una ola de críticas contra la agencia de inteligencia.

Los jordanos reconocieron por su parte el miércoles que Balawi colaboraba con sus servicios de inteligencia indicando que no contaban con pruebas que demuestren que haya sido él el autor del atentado.