Más de 700 mil personas están convocadas a votar este domingo para pronunciarse sobre la independencia de Cataluña en un referéndum simbólico y no vinculante, pero de fuerte carga política en un país de crecientes tensiones nacionalistas.
Un total de 564 mesas electorales fueron habilitadas este domingo en 166 municipios de Cataluña para que más de 700 mil catalanes e inmigrantes mayores de 16 años puedan pronunciarse sobre la independencia de la región.
En esta ocasión sólo se vota en una 6º parte de los municipios catalanes (en total son 946), pero el resto podría hacerlo en otras consultas similares previstas en 2010. Cataluña, una de las regiones más ricas de España, cuenta con una población total de 7,5 millones de habitantes.
“¿Estás de acuerdo en que Cataluña sea un estado de derecho, independiente, democrático y social, integrado en la Unión Europea?”, es la pregunta a la que deben responder los participantes en la consulta popular, cuyo resultado no tiene ningún valor vinculante.
Al referirse a la iniciativa soberanista, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo desde Bruselas el viernes que “objetivamente no van a ningún sitio” y su vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, recordó que no tiene validez ni consecuencia jurídica alguna.
Las tensiones nacionalistas suelen emerger regularmente en España, especialmente en Cataluña y País Vasco.
El Tribunal Constitucional español podría borrar numerosos aspectos del actual Estatuto de Cataluña, que otorgó en 2006 una amplia autonomía a la región, elevada al rango simbólico de “nación”.
En el País vasco, los sectores más radicales del nacionalismo –entre ellos la organización separatista armada vasca ETA, responsable de 828 asesinatos en 4 décadas — exigen el derecho a la autodeterminación.
Observadores internacionales y representantes políticos gallegos y vascos visitarán las principales poblaciones durante la jornada para garantizar la transparencia de la consulta.