Al menos 90 personas murieron y unas 618 fueron heridas en 2 atentados suicidas, uno con un camión bomba y otro con un coche bomba, el domingo en el centro de Bagdad, acción que el gobierno imputó a Al Qaida y “sus aliados” para impedir las elecciones previstas en principio para enero.
Fuente: Agencia AFP
El primer atentado fue lanzado contra el ministerio de Justicia y el de Trabajo y Asuntos Sociales, que están frente a frente, en la calle Haifa.
Diez minutos después se produjo una segunda explosión ante la sede de la gobernación de Bagdad, en el mismo sector.
“No excluyo que esos atentados sean contra las elecciones. Tienen la marca de Al Qaida y de sus aliados que rechazan ver que Irak recupera su estabilidad”, afirmó a la televisión el portavoz del gobierno Ali al-Dabbagh.
“Es obra de un grupo que se encuentra en el interior de Irak y que coordina su acción con grupos en el exterior”, agregó.
En el pasado, Irak ya acusó a Siria de dar refugio a miembros del partido Baas del ex presidente Sadam Hussein.
El hospital al Karma recibió 49 muertos y 333 heridos, entre los cuales numerosas mujeres y anciano que vivían cerca del ministerio de Justicia.
En la Ciudad Médica, el servicio de urgencias recibió 30 muertos y 200 heridos. Al hosptial Yarmuk llegaron 8 muertos y 52 heridos y en el de Ibn Nafis se registraron 3 muertos y siete heridos.
Poco después de las explosiones, delante de los ministerios, en la calle ensangrentada podía verse numerosos cadáveres mutilados y restos humanos diseminados por todas partes.
La policía recogía en sacos plásticos los documentos de identidad de las víctimas.
En el ministerio de la Justicia, los daños eran aún más graves y los bomberos tuvieron que instalar escalas para poder sacar a las víctimas.
El sábado, el comandante del ejército había advertido contra el riesgo de un repunte de la violencia en los nueve próximos meses debido a la celebración de elecciones generales y de la instalación de un nuevo gobierno.