La construcción de defensas fluviales para evitar que el río Bío-Bío siga socavando las propiedades del área urbana de Negrete, se ha convertido en una ocasión para ejecutar un novedoso proyecto turístico.

Recordemos que en el último tiempo, los vecinos de la calle Emilio Serrano veían como este curso fluvial se llevaba el fondo de sus patios.

Pero lo que era peor es que el progresivo avance del río podía alcanzar a sus propias viviendas.

Por eso, el municipio inició un proyecto para instalar un pretil o muro de contención que minimizará los efectos del río Bío-Bío, pero que también dará pie a un proyecto turístico.

El alcalde Edwin von Jentschyk, dijo que este muro, cuyo costo llega a los 700 millones de pesos, albergará posteriormente un lago para dar forma al complejo turístico.

El edil precisó que el muro de contención es la primera etapa de un proyecto global por 3 mil millones de pesos, que considera después una costanera para que se instalen puestos de venta.

Este proyecto, donde también tienen cabida los boteros de Negrete, se complementa con el plan para rescatar al cerro Miramán, formación rocosa situada a orillas del río Bío-Bío y que domina a la localidad de
Negrete.