Cuando el pasado 29 de noviembre se decretaba en la ANFP el término de los torneos nacionales de fútbol, probablemente muy pocos auguraban en el agitado -y polémico- mercado de fichajes que protagonizarían los dos clubes más populares del país: Colo Colo y Universidad de Chile.

A menos de un mes del fin anticipado del balompié, ambas escuadras se han visto relacionadas con controversias por ‘culpa’ del mercado. Especialmente, por el despido de ídolos y referentes.

Las instituciones decidieron desprenderse de algunos sueldos altos que ya no contaban con titularidad indiscutida, lo que incluso ha provocado manifestaciones de hinchas insatisfechos con la decisión, revolucionando el ambiente en los planteles.

¿Lo peor de todo? La paz está lejos de llegar. Al menos así ha quedado en evidencia en las últimas jornadas.

Javier Vergara / Agencia Uno
Javier Vergara / Agencia Uno

Un fichaje ‘azul’ y el adiós “por fuera” de dos históricos

En Colo Colo el ambiente está convulsionado. Todo arrancó cuando el 2 de diciembre el club anunció la salida de Jaime Valdés, uno de los referentes del equipo.

No hubo conferencia, ni homenajes. Solo un video en Redes Sociales y un breve comunicado donde, a pesar de que se le ofrecía el estadio Monumental en caso de dejar el fútbol, no se profundizaba las razones de su adiós.

“Es el día más triste de mi vida”, replicó por su parte el jugador en Twitter.

Varios hinchas se quejaron por la fría despedida. Pero las quejas se transformaron en rabia y furia el pasado lunes, cuando la tienda ‘alba’ ratificó sus dos primeros fichajes: el arquero Miguel Pinto y el volante César Fuentes.

El enojo de los fanáticos radica en la identificación de Pinto con el archirrival, Universidad de Chile. Aunque el meta minimizó las cosas declarando que “ya han venido jugadores con más historia que yo en la U”, hubo muchos que no perdonaron.

“Cómo traes a un portero con 36 años como Pinto y no haces el esfuerzo por tu gente y tener un año más al Pajarito Valdés, Blanco y Negro por la rechucha”, comentó un simpatizante en Instagram, mensaje que fue compartido por el propio exjugador del ‘Cacique’. El futbolista además escribió “no saben lo que hacen”.

Pero no solo Jaime Valdés expresó su disconformidad con el arribo de Pinto. También lo hizo el tercer arquero del plantel, el ecuatoriano nacionalizado chileno Omar Carabalí, provocando rechazo del presidente Aníbal Mosa.

“De verdad no entiendo a Colo Colo en vez de avanzar con el proyecto de canteranos y darle la oportunidad a Omar Carabalí de ser el segundo arquero y meterle presión a Cortés traen al MUERTO CU… DE PINTO!!!”, publicó en Twitter un aficionado. El aludido respondió: “Ahí está el problema, no les gusta arriesgar!”.

El comentario de Carabalí llegó a oídos de Mosa, quien anunció reprimenda para el joven crack. “Se equivocó en sus comentarios. Marcelo Espina va a tener una conversación muy seria con él porque no corresponde que haga ese tipo de declaraciones. Son decisiones institucionales”, aseveró.

Como si fuera poco, el ‘Cacique’ también determinó la salida de Jorge ‘El Mago’ Valdivia. Repitiendo la fórmula, todo se hizo por medio de un comunicado.

“Ante la ausencia del jugador del país, dicha decisión fue comunicada esta tarde a su agente, don Mauricio Valenzuela”, dice el escrito. Cabe recordar que el propio Valdivia había contado que el entrenador Mario Salas lo quería para la próxima temporada.

Andrés Vilches, Cristián Gutiérrez e Iván Rossi tampoco seguirán en Colo Colo.

Leonardo Rubilar / Agencia UNO
Leonardo Rubilar / Agencia UNO

Dos ‘pesos pesados’ de la U se fueron ‘pegando’ a la dirigencia

En Universidad de Chile las aguas tampoco están muy quietas. Más aún por la no renovación de Johnny Herrera, el jugador más ganador de la historia de la entidad.

Al contrario de lo ocurrido con Valdés en Colo Colo, en el caso de Herrera fue el propio jugador el que confirmó el ‘bombazo’ de su salida.

“El DT decidió no contar conmigo”, dijo a la salida del CDA Herrera el pasado 12 de diciembre. Fue su último día en el complejo estudiantil. “Me voy muy feliz porque terminé jugando y nunca me pesó la camiseta”, añadió.

Eso sí, con el paso de los días Herrera fue más allá y criticó directamente a la directiva de Azul Azul por su adiós. Sin ir más lejos, reveló un episodio que habría terminado por sepultar su salida, el de una pelea con parte de los dirigentes por defender a un compañero.

“A lo mejor la estoy cagando, pero ustedes saben que a Jimmy Martínez le pillaron un tumor en el ojo, estuvo mucho tiempo sin jugar, casi pierde su carrera, y pocos lo saben, pero Azul Azul peleó por no pagarle. Yo me peleé por eso, y ese tipo de roces estoy seguro que me tienen afuera. Pero me voy con la conciencia tranquila, porque me tocó defender a un compañero”, explicó en una cena que le organizó Corfuch. Así de contundente.

Como respuesta, la hinchada universitaria realizó una marcha al Centro Deportivo Azul. Los cánticos ratifican el sentir del hincha: apoyo y respaldo al ídolo, críticas e insultos a la dirigencia.

Pero Herrera no es el único referente que se fue con polémica del CDA. Al meta se sumó el lateral argentino Matías Rodríguez, a quien, según su agente, lo habrían ’empujado’ a abandonar el club con una oferta irrelevante.

“Es cierto, no se llegó a un acuerdo. Se le hizo una oferta que es prácticamente una invitación a que se vaya. No se trataba de un esfuerzo esta vez, sino que de una invitación a que se vaya”, expresó a CDF el representante del jugador, Danilo Méndez.

En lo práctico, Azul Azul habría pretendido bajar cerca del 60% del salario de Rodríguez. Una idea que el jugador y su entorno rechazaron de entrada.

Además de Herrera y Rodríguez ya dejaron la ‘U’ Rodrigo Echeverría, Gonzalo Collao, Leonardo Fernández, Nicolás Oroz, Sebastián Ubilla, Lucas Aveldaño, Pablo Parra y Marcos Riquelme. A ellos podría sumarse, si no acepta una rebaja importante en su sueldo, Ángelo Henríquez. ¿Fichajes? Por ahora no han anunciado, lo que tiene inquieto a los hinchas.

En La Cisterna, al igual que en Pedrero, hay aires de cambio. Pero no solo eso: también molestia, furia y desazón. Rivales, pero muy parecidos en la administración.