El Gobierno obtuvo este jueves una importante victoria política al evitar tempranamente que la acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera continuara avanzando en el Congreso.

Los rostros tristes del miércoles, cuando el exministro del Interior, Andrés Chadwick, perdió en el Senado la posibilidad de postular a cargos públicos por los próximos cinco años, por su responsabilidad en violaciones a derechos humanos durante el estallido social, contrastaban ahora con lo ocurrido en la Cámara Baja.

Una vez consolidada la victoria del oficialismo, por 79 votos a favor y 73 en contra, la amargura cambió inmediatamente. Las sonrisas en ministros presentes en la Sala, entre ellos Blumel y Rubilar, y parlamentarios de Chile Vamos, volvían a aparecer, entre los abrazos, golpes de espalda y apretones de mano.

Agencia UNO
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Y era de esperarse. La votación contra Chadwick en el Senado había calado hondo, y las caras largas eran notorias cuando -una vez consumada su derrota- el exsecretario de Estado ofreció un punto de prensa, escoltado por ministros y miembros de la derecha.

Las cartas de la oposición

Si bien las posibilidades de que la acusación contra Piñera prosperara en una eventual etapa en la Cámara Alta eran bajas, pues se requieren dos tercios de los senadores para su aprobación, la tramitación de este jueves podía complicar al mandatario, lo que habría sumado una nueva derrota, mucho más dura al estar aún en ejercicio y por tratarse del jefe de Estado.

En efecto, de haber prosperado la iniciativa en la Cámara de Diputados, con resultados a favor de la oposición en la cuestión previa y discusión de fondo, legalmente las funciones del Presidente hubiesen quedado congeladas de manera temporal, debiendo asumir como primera autoridad el ministro del Interior, Gonzalo Blumel.

Pero para suerte del Gobierno nada de eso pasó. Los ojos esta vez estaban puestos en un sector de la Democracia Cristiana compuesto por Miguel Ángel Calisto, Jorge Sabag y Matías Walker.

La oposición tenía la esperanza de que pudieran decantarse a último minuto a favor de la acusación, sin embargo, los tres apoyaron la defensa del Presidente.

Una carta similar era la que intentaron jugar con los independientes René Alinco y Pepe Auth, pero el resultado fue el mismo.

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Encapuchada

La polémica de la jornada la protagonizó la diputada opositora, Pamela Jiles, quien ingresó a la sesión utilizando en su cabeza una capucha y además, gritó consignas en contra de Piñera ante la mirada atónita de sus pares.

El diputado de Renovación Nacional Andrés Celis anunció que pedirá a la Comisión de Ética de la Cámara Baja que se pronuncie por la performance de su par del Partido Humanista.

“Los show deben quedar fuera de la Cámara de Diputados y si ella quiere hacer un punto sobre eso, ningún problema pero fuera del Congreso Nacional”, fustigó.

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Los argumentos

La jornada comenzó a eso de las 10:30 horas con la exposición del abogado defensor de Sebastián Piñera, Juan Domingo Acosta.

En el comienzo de su argumentación aludió a declaraciones del mandatario, mostrándose a favor de que se investigue el actuar de los agentes del Estado durante la crisis.

“El Presidente ha sido enfático que frente a ello, establecidas estas responsabilidades, no cabe sino condenarlos. Aquí no puede haber impunidad frente a esos hechos”, dijo el profesional.

Luego, el diputado socialista, Gastón Saavedra, quien formó parte de la comisión revisora enumeró las razones por las que la acusación se apega totalmente a la constitución por lo que es absolutamente admisible.

“Los incumplimientos que apunta la defensa no sólo no son efectivos. Más aún, los requisitos que enuncia no son los que la Constitución prevé, sino que constituyen una construcción artificiosa, tendiente a evitar el escrutinio que esta Honorable Cámara tiene el deber de realizar sobre los actos del Presidente de la República, en uso de sus facultades constitucionales exclusivas”, indicó el legislador por la región del Bío Bío.

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“Al Presidente en este caso, se le imputan decisiones, conducentes a acciones y omisiones, que luego habilitaron o permitieron la actuación material de otros agentes estatales aguas abajo, de manera tal que la responsabilidad por estos actos le resulta plenamente atribuible”
- Gastón Saavedra, diputado PS

El trámite siguió de la manera prevista y concluyó con la participación de la diputada de Renovación Nacional, Sofía Cid y su par de la DC Daniel Verdessi.

En línea con el oficialismo, la parlamentaria RN expuso que la acusación constitucional no debería haberse utilizado en este caso, porque el Presidente no ha infringido la Constitución y aseguró que no tiene “merito jurídico alguno para prosperar” en el Congreso, calificando el libelo como temerario.

Por su parte, el diputado falangista apuntó a que el Presidente sí tiene responsabilidad política por la violación de DDHH durante la crisis social.

“…Piñera no admite responsabilidades… y no las admite porque no se piensa autor de atentados personales contra las víctimas. No presionó el gatillo de la escopeta antidisturbios, no lanzó la bomba lacrimógena, no mutiló, no violó ni ultrajó a nadie”, argumentó el diputado falangista, pidiéndole a sus colegas rechazar la cuestión previa para analizar el fondo de la acusación, entre aplausos de los asistentes.

Pese a los vítores, la balanza se inclinó a favor de Piñera y se terminó tempranamente la acusación en su contra.

Cuidar la democracia

Los principales rostros del oficialismo usaron sus redes sociales, Twitter específicamente, para celebrar el triunfo, aunque con un discurso moderado y centrado en la “protección de la democracia e institucionalidad”.

“Nunca debemos olvidar el valor de nuestra democracia. Sé que @sebastianpinera seguirá trabajando con la misma fuerza, convicción y amor por nuestro país”, escribió la primera dama, Cecilia Morel.

“Hoy se ha hecho justicia. Agradecemos a los diputados que decidieron no respaldar una acusación sin fundamentos y que solo dañaba nuestra institucionalidad“, retrucó la vocera de Gobierno Karla Rubilar.

Los argumentos del oficialismo contrastan con lo señalado por la diputada comunista, Camila Vallejo, quien sostuvo que la acusación no daña la democracia, haciendo alusión a que es un mecanismo consagrado en la Constitución.

Es un método de defensa de la democracia; que él puso en riesgo al incumplir sus obligaciones y atentar contra los DDHH de las personas”, cuestionó la parlamentaria.

Asimismo, criticó a los diputados de oposición que “se alinearon con Chile Vamos y apoyaron a Piñera”.

“Violencia profesional”

El mismo día en que se tramitaba su acusación, Piñera concedió una entrevista a un medio español donde habló sobre temas medioambientales, pero sobre todo, respecto al estallido social, indicando que “no lo vi venir”, y que se desató una “ola de violencia sistemática, profesional”.

Consultado acerca de quién estaría detrás, respondió que “países amigos” le informaron que fueron hechos deliberados y no se trató de algo casual.

“Surgió una demanda muy fuerte de toda la ciudadanía por hacer de Chile un país más justo (…) Eso es una cosa que yo estimo como muy positiva, pero, simultáneamente, se desató una ola de violencia brutal en la que pequeños grupos ejercieron una violencia sin dios ni ley”, añadió en conversación con Cadena SER desde nuestro país.