El desempleo en el Gran Santiago llegó a un 8,4%, según la encuesta de la Universidad de Chile. El registro es el más alto desde marzo de 2016. El gobierno atribuyó el incremento al efecto migratorio.

Según reveló el organismo a través de su Encuesta de Ocupación y Desocupación, en junio el índice llegó al 8,4%, lo que equivale a 280.267 personas desocupadas. Eso se traduce en un incremento de 0,8 puntos porcentuales respecto a marzo pasado, donde el índice llegó a 7,8%; y a un aumento de 1,4 puntos porcentuales en comparación a mismo mes del año pasado, cuando el desempleo llegó a 7%.

Si bien el resultado de este mes está bajo el promedio de los últimos 20 años (9,6%), sí está sobre el promedio de los últimos 10 años (7,7%). Además, se informó que es la cifra más alta desde marzo de 2016.

Fabián Duarte, director del Centro de Microdatos, declaró que el alza se explica por un crecimiento del empleo de 0,26% y un aumento de la fuerza de trabajo de 1,83%. A juicio del economista, el resultado “confirma las alzas observadas en las mediciones anteriores”.

De los desocupados, un 89% corresponde a cesantes, o sea, personas que han recibido sueldo anteriormente. Los mayores niveles de cesantía están en el sector construcción (9,2%), comercio (9%), y transporte y otros (8,1%). En tanto, le tiempo de desocupación subió de 3,9 a 5 meses y el promedio de hogares con al menos un desocupado aumentó de 10% a 11,7%.

Por último, se reportó que 2.000.325 personas se desempeñan en un empleo asalariado en el Gran Santiago, lo que refleja un aumento de 1,3% en un año. En tanto, el empleo independiente cayó un 3,5% en doce meses.

Al respecto, el Gobierno nuevamente apuntó al efecto migratorio, como una de las causas del aumento del desempleo en el país.

“Tenemos este aumento en la tasa de desempleo porque hay mucha más gente que está saliendo al mercado laboral”, aseguró el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.

En esa línea añadió que hay “desafíos”, como el tema de la migración, el cual tiene “efectos” en este contexto.

En junio, el secretario de Estado reconoció que a nivel país ha sido difícil revertir las cifras desempleo. “(…) Sin duda que el mercado laboral chileno ha tenido un efecto muy significativo por la migración”, mencionó en esa oportunidad.

ARCHIVO | Agencia UNO
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Reducción de jornada laboral

En este contexto, el Gobierno profundizó sus cuestionamientos al proyecto que busca reducir la jornada de trabajo de 45 a 40 horas semanales que fue aprobado en general por la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados.

El ministro de esa cartera, Nicolás Monckeberg, afirmó que la iniciativa carece de flexibilidad.

“La rigidez de la propuesta del Partido Comunista le puede terminar haciendo un daño a la remuneración de los trabajadores”, cuestionó.

“Nosotros estamos por rebajar la jornada, pero con flexibilidad para que beneficie siempre al trabajador, porque bajar la jornada, afectando la remuneración del trabajador, es sencillamente causar un daño que no vamos a aceptar”, sentenció.

El investigador de Clapes UC, Juan Bravo, señaló que reducir la jornada laboral tiene cosas positivas y otras negativas. Planteando que esto sea gradual.

“Hay bastante evidencia internacional de que reducir horas trabajadas sí genera incremento en productividad, y reducir las jornadas laborales sí genera un incremento de los costos laborales, (porque) puede generar efectos perniciosos en el empleo”, estimó.

“En realidad más que pensar en una reducción inmediata o de 45 a 40 horas, lo que uno podría evaluar es ver la posibilidad de hacer esto de forma gradual”, opinó.

El Gobierno insistió que el proyecto es inadmisible por considerar gasto fiscal, algo que es de atribución presidencial. De todas formas, la iniciativa deberá empezar a ser discutida en particular en la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja.